Varias organizaciones civiles que velan por los derechos ciudadanos, el debido proceso y la justicia, se pronunciaron en contra de la dictadura de Nicaragua, en una nueva acusación por las reiteradas prácticas de malos tratos y hasta actos de tortura en contra de ciudadanos opositores al régimen.
Son 8 ONG, locales y extranjeras, las que firmaron un comunicado en el que sostienen que todas las evidencias recabadas a través del tiempo sobre la violación a los derechos humanos deben servir a la comunidad internacional para “abrir caminos para la justicia y memoria por medio de investigaciones, sanciones y reparaciones integrales”.
“El Estado de Nicaragua debe responder a sus obligaciones internacionales para garantizar el acceso a la justicia de las personas víctimas de tortura y prevenir la repetición de estos actos”, dice el comunicado.
“La comunidad internacional debe el continuar monitoreando, investigando y realizando todo tipo de esfuerzos para promover el fin de cualquier práctica de tortura y/o malos tratos hacia la población nicaragüense, especialmente respecto de las personas defensoras, opositoras al gobierno o percibidas como tales”, añade.
El pronunciamiento, dado a conocer en el marco del Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de Tortura, es firmado por Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), Civicus Alliance, Colectivo Nicaragua Nunca Más, Fundación para el Debido Proceso (DPLF), Organización Mundial contra la Tortura (OMCT), Red Internacional por los Derechos Humanos (RIDH), Servicio Judío Americano Mundial (AJWS) y Washington Office on Latinoamerica (WOLA).
Según estas entidades, solo en mayo la dictadura detuvo arbitrariamente a 63 ciudadanos, acusándolos de “conspirar para el menoscabo de la integridad nacional” y “propagación de noticias falsas”, dos de los cargos preferidos del régimen para someter a opositores.
La dictadura de Nicaragua, encabezada por Daniel Ortega y su mujer y vicepresidenta, Rosario Murillo, mantiene desde abril de 2018 una incesante persecución de disidentes y críticos, entre los que figuran empresarios, religiosos y periodistas.