El intento de la dictadura de Daniel Ortega por imponer a su operador político, Valdrack Jaentschke, en la Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), fue derrotado en una votación que evidenció el aislamiento diplomático de Nicaragua en la región.
Solo los regímenes de Ortega y el de su aliada, Xiomara Castro, de Honduras, respaldaron la candidatura de Jaentschke, mientras que Costa Rica, Guatemala y República Dominicana votaron en contra. Panamá y El Salvador se abstuvieron, lo que impidió alcanzar el consenso necesario para la elección.
El expreso político y politólogo Félix Maradiaga celebró el desenlace como un “triunfo democrático en el SICA” y destacó la importancia de este revés para la legitimidad de la administración sandinista en el contexto centroamericano.
Maradiaga subrayó que la derrota de Jaentschke evita que el SICA caiga bajo la influencia del régimen de Ortega, lo que habría representado un grave retroceso para la integración y los valores democráticos en la región.
Además, cuestionó la legalidad de la permanencia de Nicaragua en el SICA, dada su reciente salida de la Organización de los Estados Americanos (OEA), argumentando que los principios del SICA están intrínsecamente ligados a los de la OEA.
El también opositor nicaragüense, Juan Sebastián Chamorro, también celebró la noticia y agradeció a los cancilleres por “escuchar” y evitar la elección de Jaentschke, a quien calificó como un “delincuente”.
Chamorro resaltó el éxito de la campaña de oposición que se desplegó en redes sociales y a través de contactos directos con los ministros de Relaciones Exteriores, lo que, según él, contribuyó a frenar la candidatura del representante del régimen de Ortega.
Desde la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), también se emitió un comunicado en el que se calificó la derrota de Jaentschke como un “enorme triunfo para Nicaragua” y un claro mensaje de rechazo a la imposición de un criminal de lesa humanidad en la Secretaría del SICA.
La AUN subrayó que la estrategia de movilización y denuncia contra los operadores del régimen fue clave para lograr este resultado.
La vocera del régimen nicaragüense, Rosario Murillo, reaccionó visiblemente furiosa tras perder la votación, advirtiendo que se propondrán nuevos encuentros para alcanzar una decisión en el SICA.
Murillo insinuó que la falta de consenso a sus candidatos, podría llevar al debilitamiento del sistema de integración centroamericano.
El comunicado oficial del régimen nicaragüense reiteró la posición de Managua sobre la “necesidad” de alcanzar un consenso para fortalecer el SICA, y lamentó la ausencia de una Secretaría General, advirtiendo que esto conlleva al “progresivo empobrecimiento” de la gestión regional.
Antecedentes de Valdrack Jaentschke
Valdrack Jaentschke, un personaje controvertido y cercano al círculo de poder de Daniel Ortega, ha sido descrito como un operador político con un pasado vinculado a la seguridad e inteligencia sandinista en los años 80.
Jaentschke, quien ha ocupado diversos cargos en la administración Ortega, incluyendo roles diplomáticos y de inteligencia, es visto por sus críticos como un instrumento clave en la estrategia de silenciar y perseguir a la oposición nicaragüense, así como en las acciones contra los donantes de organizaciones civiles.
Su perfil como espía y conspirador ha sido destacado en múltiples informes, que lo señalan como un actor central en la represión política en Nicaragua.