Crueldad. El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, congeló las cuentas bancarias del Fondo Nacional del Seguro Sacerdotal, que administra la Conferencia Episcopal de Nicaragua, dejando sin pensión al menos a 67 sacerdotes de la tercera edad.
La denuncia la hizo la abogada nicaragüense e investigadora Martha Patricia Molina, a través de sus redes sociales. También fue confirmada por sacerdotes católicos desterrados, a periodistas independientes en el exilio.
“Han inhabilitado el fondo de tal manera que los sacerdotes mayores no están pudiendo cobrar sus pensiones y esto es una de las condiciones más dramáticas de la actual situación”, confirmó la abogada a Centroamerica360.
Molina ha registrado en su investigación Nicaragua: una Iglesia Perseguida, hasta 529 agresiones de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la iglesia católica y sus miembros, incluyendo golpizas, secuestros, juicios, apresamiento, confiscaciones, amenazas y deportaciones.
La abogada explicó que el Fondo Nacional del Seguro Sacerdotal es una caja humanitaria constituida por la Conferencia Episcopal de Nicaragua, que opera como fondo de retiro para los sacerdotes ancianos.
La caja opera de la siguiente manera: en ejercicio de su labor pastoral cada sacerdote aporta a título personal 150 dólares cada año al Fondo, mientras que institucionalmente la parroquia o institución eclesial donde sirve, aporta otros 150 dólares, para sumar una cuota anual de 300 dólares.
Al retirarse a los 65 años, ya sea por vejez o incapacidad, la CEN otorga un fondo humanitario de 150 dólares anuales a cada servidor de cristo y a los mayores de 75 años un fondo de hasta 300 dólares. Sin embargo, en su guerra despiadada contra la iglesia nicaragüense, Murillo y Ortega congelaron las cuentas bancarias de la diócesis y bloquearon los fondos de todo tipo para los miembros del clero.
El pasado 27 de mayo de 2023, el régimen ordenó a los bancos congelar fondos de las diócesis, cuentas personales y todo acceso bancario a los sacerdotes, bajo el argumento de realizar una investigación por lavado de dinero. Un sacerdote en el exilio, explicó en anonimato a periodistas independientes, que el bloqueo de cuentas no sólo se aplicó a los religiosos investigados, sino todos los sacerdotes del país.
“Ahorita nuestros hermanos viven de la caridad y misericordia del pueblo nicaragüense, que ante el atropello a la dignidad de cristo y sus hijos, aportan con alimentos y limosnas para que sus guías espirituales puedan comer, comprar medicinas y sus cosas de uso diario”, dijo la fuente eclesiástica, quien pide el anonimato porque dice que solo el cardenal Leopoldo Brenes o quien él designe puede referirse oficialmente al tema.
Las medidas draconianas de Ortega-Murillo contra la iglesia ya ha tenido repercusiones a nivel internacional, luego que Estados Unidos sancionara en su Lista Engel de actores corruptos y antidemocráticos a toda la estructura oficialista encargada de bloquear cuentas, confiscar propiedades y aprobar leyes contra la iglesia, medios de comunicación, sociedad civil, empresarios y grupos políticos opositores.