Una voz profética más se silencia en Nicaragua: el sacerdote Douglas Ramón Guevara Ávila, párroco de la iglesia Inmaculada Concepción de María, en León, se marchó del país por veredas ante amenazas, persecución y secuestro de religiosos por parte de la dictadura de Daniel Ortega.
Guevara Ávila tenía menos de un año al frente de la parroquia, pero se exilió presionado por el asedio por parte de la policía y de simpatizantes sandinistas contra los miembros de la iglesia católica.
El diario La Prensa, desde el exilio, confirmó la versión que ya circulaba en redes sociales, al entrevistar a feligreses y fuentes eclesiales del país.
El exilio del sacerdote ocurre una semana después de que la policía secuestrara a un sacerdote de Siuna en Managua y desterrara a otro cura que no pudo regresar al país después de una misión internacional Guevara Ávila fue nombrado párroco de la Inmaculada Concepción el 27 de agosto del año 2022, bajo la directriz de monseñor Sócrates René Sándigo, uno de los pocos obispos nicaragüenses identificado plenamente con la dictadura sandinista.
“La comunidad entera de nuestra parroquia agradece al presbítero Douglas Ramón Guevara Ávila, séptimo párroco de nuestra localidad, que nos brindó 10 meses de ardua labor pastoral, donde el amor, esfuerzo y constancia siempre resaltaron, a pesar de las muchas limitaciones del camino, tomado siempre de la mano del señor y nuestra Purísima Señor”, publicaron en el Facebook de la parroquia.
En Nicaragua la dictadura Ortega Murillo ha desatado una persecución contra la iglesia católica sin precedentes, al punto que prohibieron las procesiones,
expulsaron a monjas y curas, mantienen preso a un obispo y a siete sacerdotes, están cobrando impuestos ilegales a los templos, han acusado de lavado de dinero al clero y le han confiscado sus bienes.