En su tradicional discurso de comienzos de año ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el Papa Francisco nombró a Nicaragua entre los países en conflicto, resaltando las “dolorosas consecuencias” de la crisis sociopolítica que atraviesa la nación centroamericana, especialmente para la Iglesia católica.
Durante su audiencia semanal, el Pontífice se pronunció por segunda vez en lo que va del año sobre la situación en Nicaragua, expresando su preocupación continua por la crisis prolongada que afecta al país.
“Es una crisis que se prolonga desde hace tiempo con dolorosas consecuencias para toda la sociedad nicaragüense, en particular para la Iglesia católica”, afirmó el Papa Francisco.
El Sumo Pontífice reiteró el llamado de la Santa Sede a un diálogo diplomático respetuoso que tenga en cuenta el bien de los católicos y de toda la población nicaragüense. Esta declaración sigue al llamado que hizo el Papa el pasado 1 de enero, durante la oración mariana del Ángelus, donde mostró su cercanía en la oración por Nicaragua, enfatizando: “Recemos hoy por Nicaragua”.
El Papa Francisco ha mantenido una postura constante de oración y preocupación por Nicaragua. El 12 de febrero de 2023, hizo público su dolor por la situación de Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, quien fue condenado a 26 años de prisión sin un debido proceso. El Santo Padre invocó la intercesión de la Virgen María para una búsqueda sincera de paz basada en la verdad, la justicia, la libertad y el amor, alcanzada a través del diálogo.
La situación en Nicaragua se ha agravado con la reciente ola de arrestos de religiosos católicos por parte del régimen, incluyendo 18 entre obispos, sacerdotes y seminaristas. Paralelamente, la vocera de la dictadura ha afirmado que en Nicaragua existe libertad religiosa, sugiriendo que los arrestos de sacerdotes tienen justificación.
Estas declaraciones del Papa Francisco reflejan una profunda preocupación por la situación en Nicaragua y un llamado a la comunidad internacional para un compromiso más firme con el diálogo y la paz en el país. El Pontífice subraya la importancia de la cooperación global y el diálogo para abordar los problemas mundiales, enfatizando la necesidad de paz y armonía. Su mensaje a los diplomáticos acreditados ante la Santa Sede va más allá de los deseos de Año Nuevo, instando a un esfuerzo concertado para resolver conflictos a través de la diplomacia y el diálogo.