El recién liberado periodista guatemalteco José Rubén Zamora insiste en que su encarcelamiento de 813 días fue una venganza política, por haber publicado más de 210 trabajos editoriales de investigación que desnudaron a un gobierno en plena corrupción.
En entrevistas con CNN y el local Prensa Libre, Zamora, a quien el Ministerio Público pretende volver a encarcelar, dijo que las irregularidades en la millonaria compra de vacunas rusas contra el Covid-19 y otras anomalías durante el gobierno de Alejandro Giammattei (2020-2024), ahora considerado por Estados Unidos como un corrupto.
Insiste en que fue no sólo víctima de una cacería, sino también de torturas cuando estaba en prisión.
Confinamientos en solitario, varios días sin dejarlo dormir y hasta un “ataque con insectos” en su celda, son algunos de los episodios que dijo tuvo que sufrir en la cárcel Mariscal Zavala.
“Fui sometido a una cacería que duró 7 meses, donde se intentó desprestigiarme y despojarme de mi honor y dignidad”, expresó.
Zamora también reveló que recibió amenazas de allanamientos a su hogar, lo que lo llevó a tomar medidas preventivas para proteger su obra artística.
Su encarcelamiento ha sido un reflejo de la situación crítica de la libertad de expresión en el país.
“Así como hubo cuerpos clandestinos en los años 80, ahora hay grupos parajudiciales que buscan destruir la honra de los periodistas”, afirmó.
Esta lucha ha encontrado apoyo no solo en su familia, sino también en diversas organizaciones de derechos humanos y de prensa a nivel internacional.
El cambio de gobierno y la presión internacional han sido factores que, según Zamora, han influido en su liberación. “El apoyo incansable de mis hijos y la solidaridad de la prensa fueron cruciales para mantener viva la esperanza”, dijo.
Sobre su futuro, Zamora fue claro: “Nunca trabajaría para el Estado”.
Aseguró que su compromiso con la verdad y la independencia periodística es inquebrantable. También lanzó un mensaje a sus colegas y a los guatemaltecos: “Debemos profundizar nuestras convicciones democráticas y defender la libertad de prensa. Sin ella, no hay verdad ni democracia”.