Polémica en Costa Rica por señalamientos contra el presidente Rodrigo Chaves por compra de casa lujosa

El presidente costarricense está en una nueva “crisis de imagen”, esta vez por plata, compra de propiedades y hasta, presuntamente, relojes de lujo. Él, a su estilo, se defiende y dice que hay mucho de mentira en esto.

El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, se encuentra en medio de una controversia después de que el diputado Eli Feinzaig reveló detalles sobre la compra de una lujosa propiedad en un exclusivo condominio de San José. 

Feinzaig afirmó que Chaves pagó de contado por la casa, cuyo valor asciende a casi un millón de dólares, generando preguntas sobre el origen de estos fondos.

Además, el diputado denunció que Chaves compró 2 casas en Europa, además de una colección de exclusivos relojes Rolex “como la realeza británica”.

La polémica se desató durante una intervención del diputado en el plenario legislativo, donde señaló que el presidente vive en una casa ubicada en Guayabos de Curridabat y que adquirió la propiedad de manera directa y en efectivo mientras ocupaba el cargo de ministro de Hacienda.

Además, Feinzaig cuestionó la legitimidad de los recursos utilizados para la compra y los liga a un desvío de fondos de la campaña electoral en 2021 que elevó a Chaves a la presidencia en 2022.

Por su parte, el presidente Chaves y el diputado Feinzaig intercambiaron acusaciones sobre la veracidad de estas afirmaciones.

Chaves negó haber comprado la casa con dinero en efectivo, argumentando que la adquisición se realizó mediante un cheque proveniente de una cuenta bancaria en Estados Unidos.

Además, reprochó al diputado Feinzaig por participar en reuniones políticas con la Presidencia y luego lanzar críticas en su contra para presionar por un cargo directivo en el legislativo.

La tensión entre ambos políticos ha aumentado, con Chaves refiriéndose al diputado como “plástico en sus valores” y “mentiroso”, mientras que Feinzaig ha continuado cuestionando las acciones y decisiones del presidente en diversos ámbitos, incluyendo políticas fiscales y su participación en acuerdos políticos.

La situación ha generado un debate público en Costa Rica sobre la transparencia y la ética en la función pública, así como sobre la responsabilidad de los líderes políticos en el manejo adecuado de sus patrimonios personales.

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