El presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, aseguró este lunes que la fiscal general, Consuelo Porras se niega a cumplir la ley, pero sostuvo que no tiene conflicto personal alguno con ella.
“Las treguas se establecen cuando hay algún tipo de conflicto de tipo ideológico, personal, etc. Y yo no tengo ningún conflicto personal con la señora Fiscal General. Sencillamente, ella se niega a cumplir la ley que establece que tiene que coordinar con el Presidente de la República en reuniones de ministros. Y sabemos cuáles han sido sus acciones en el pasado. De manera que esos son los parámetros con los que estaremos tomando acciones”, dijo Arévalo en conferencia de prensa.
Horas después, el Ministerio Público (MP) respondió a través de sus redes sociales, asegurando que la fiscal es la primera interesada en hacerlo.
“La Fiscal General como Jefe del Ministerio Público es la encargada del estricto cumplimiento de las leyes del país, en ese sentido, es la primera interesada en cumplirlas y que se cumplan”, escribió en la red social X.
Arévalo aseguró durante el periodo de transición y al inicio de su gobierno que pediría la renuncia de Porras, luego la invitó a una reunión a Casa Presidencial pero la fiscal se retiró al iniciar el Consejo de Ministros.
Luego Porras invitó a Arévalo a una reunión en la sede del Ministerio Público, pero el mandatario se negó a asistir y envió al ministro de Gobernación, Francisco Jiménez al encuentro.
Porras, sancionada por Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá, por actos de corrupción, emprendió una persecución legal contra Arévalo y su partido, el Movimiento Semilla, tras ganar la primera vuelta electoral en junio pasado. Tras su triunfo en segunda vuelta en agosto, la persecución se intensificó al grado que Arévalo dijo que sufría de “un golpe de Estado en cámara lenta”.