El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, anunció que este jueves decidirá si veta el proyecto de ley que establece tarifas reducidas en vuelos a Centroamérica y República Dominicana, aprobado recientemente en la Asamblea Legislativa.
La iniciativa, impulsada por el diputado Eli Feinzaig, del Partido Liberal Progresista (PLP), busca reducir los costos de los boletos a $100 ida y vuelta en la región y $120 a República Dominicana, pero enfrenta resistencia en el Ejecutivo.
El mandatario cuestionó la propuesta y dejó entrever que podría bloquear su promulgación.
“Yo este jueves tengo una reunión con el ministro de Turismo y otros funcionarios, y puedo decidir vetarla. Si la Asamblea resella el veto, se los voy a agradecer muchísimo”, afirmó Chaves en conferencia de prensa.
El proyecto de ley fue aprobado la semana pasada con 34 votos a favor y 9 en contra, aunque para superar un veto presidencial requeriría al menos 38 votos en un resello.
Chaves insinúa presiones políticas en la Asamblea
El presidente insinuó que hay “intereses ocultos” detrás de la votación del Congreso y sugirió que podría haber incentivos económicos en juego.
“No creo que cueste mucho en cualquier término que se mida eso”, declaró, mientras hacía un gesto con las manos que simbolizaba contar dinero.
Además, afirmó que si el Congreso insiste en la aprobación de la ley pese a un eventual veto, sería una muestra de los intereses que realmente defienden los legisladores.
“Cada vez que 38 diputados se ponen de acuerdo para resellar un proyecto de ley, están dando información al pueblo de Costa Rica sobre cuáles intereses están defendiendo”, sostuvo.
El argumento económico: impacto en las finanzas públicas
El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, ha sido uno de los principales críticos del proyecto. Según sus estimaciones, la reducción en los impuestos aplicados a los boletos aéreos representaría una pérdida de 3.500 millones de colones (unos 6,5 millones de dólares) en ingresos fiscales.
“¿De dónde vamos a sacar esos fondos? No hay una transferencia de turistas desde otros países de Centroamérica a Costa Rica que compense esta reducción”, advirtió Acosta.
Por su parte, Feinzaig desestimó los cálculos del Ministerio de Hacienda, asegurando que los estudios presentados por Acosta no son precisos.
“Ya se lo demostré cuando hablamos del marchamo (impuesto a la propiedad de vehículos). Sus estudios no están bien hechos”, afirmó el diputado liberal, refiriéndose a una disputa similar en 2023 sobre una reducción tributaria.
Feinzaig defiende que la reducción de tarifas beneficiaría especialmente a los pequeños empresarios y a las personas que desean viajar por negocios o turismo a la región, pero que hasta ahora no han podido hacerlo por los altos costos.
Respaldo legislativo y posibilidad de resello
Ante la posibilidad de un veto presidencial, el legislador del PLP aseguró que cuenta con los votos suficientes para resellar la ley.
“Sabemos que Chaves probablemente lo vete, pero estamos preparados para esa eventualidad”, declaró Feinzaig.
Agregó que, en caso de que el veto se concrete, aumentará la presencia de diputados en la próxima sesión para garantizar los 38 votos necesarios para el resello.
“Tenemos los votos más que suficientes para resellar el veto y seguir rompiendo el récord del presidente con más vetos rechazados por la Asamblea Legislativa”, ironizó Feinzaig, en referencia a los múltiples vetos de Chaves que el Congreso ha revertido en los últimos meses.
Antecedentes: un pulso recurrente entre Chaves y la Asamblea
La advertencia de veto del mandatario no es un caso aislado. Desde el inicio de su administración en mayo de 2022, Chaves ha mantenido un enfrentamiento constante con la Asamblea Legislativa, vetando diversas iniciativas aprobadas por el Congreso, muchas de las cuales han sido posteriormente ratificadas por los diputados.
En diciembre de 2023, el Ejecutivo vetó parcialmente la ley que reducía el marchamo, lo que desató un enfrentamiento con Feinzaig y otros legisladores.
En esa ocasión, la Asamblea logró ratificar la ley, obligando al Gobierno a aceptar la reducción de impuestos sobre vehículos.
Ahora, con la ley de vuelos de bajo costo, el escenario podría repetirse, en un nuevo episodio del pulso entre el presidente Chaves y el Congreso, en el que los votos legislativos podrían inclinar la balanza.