Presidente de Costa Rica desafía como en duelo público a contralora

Rodrigo Chaves, el con frecuencia iracundo presidente tico, quiere una reunión con la contralora de la república, Marta Acosta, pero que sea transmitida en vivo vía redes sociales.

Foto de Ezequiel Becerra / AFP

 

En uno más de sus polémicos actos públicos, el presidente Rodrigo Chaves desafió a la presidenta de la Contraloría General de la República (CGR), Marta Acosta, a reunirse en las instalaciones de la CGR para discutir asuntos públicos, pero transmitiendo la reunión por redes sociales de la Presidencia.

En una carta dirigida a Acosta, el tono de Chaves marcó un enfoque agresivo, poco respetuoso y polémico ante la funcionaria.

Chaves, en su carta, expresó su falta de interés en lo que él llama “una lucha de egos”, pero propuso la fecha del jueves 1 de febrero a las 2:00 de la tarde para llevar a cabo la reunión, acompañado de su gabinete y con el equipo de comunicación de su régimen para transmitir la reunión.

Marta Acosta, contralora de la República, Costa Rica.

Antes, había citado con arrogancia a Acosta a su despacho, pero ella rechazó la exigida reunión y le propuso asistir a su despacho y grabar la conversación para garantizar que los temas ahí discutidos no fueran tergiversados por Chaves, como usualmente lo hace después de sus reuniones.

Iracundo, Chaves aceptó la condición de que la CGR grabe y hasta publique los audios de la reunión, pero, además, desafiantemente, solicitó que el equipo de comunicación de Presidencia transmita en vivo el encuentro a través de las redes sociales.

El mandatario no escatimó al mencionar dos casos que, según él, tienen interpretaciones “muy cuestionables” por parte de la CGR: el proyecto de Ciudad Gobierno y la instalación de escáneres en los puertos para combatir el narcotráfico.

Chaves alega “inexactitudes” por parte de la CGR en una carta previa y afirma que la ciudadanía merece conocer “las razones de las decisiones que impiden el progreso del país”. A pesar de todo, el presidente asegura que sus comentarios no constituyen un “ataque personal” contra la contralora.

Este desafío público y la forma enérgica en que el presidente Chaves ha respondido plantean interrogantes sobre la naturaleza y el tono de la discusión que se llevará a cabo en la CGR, así como sobre el impacto que este enfrentamiento podría tener en el clima político del país.

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