El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, se reunió este martes con el mandatario electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, quien se encuentra de gira cosechando apoyos mientras en su país trata de sobrellevar una tormenta política que es considerada como un intento de golpe de estado.
“Su visita fortalece nuestro compromiso de trabajar unidos en acciones que impulsen el desarrollo y bienestar compartido de ambas naciones y que contribuyan al progreso de la región”, excribió el impopular cortizo, uno de los mandatarios con más bajos niveles de aceptación en la región.
Le damos la bienvenida a @BArevalodeLeon, Presidente electo de Guatemala. Su visita fortalece nuestro compromiso de trabajar unidos en acciones que impulsen el desarrollo y bienestar compartido de ambas naciones, y que contribuyan al progreso de la región. 🇵🇦🇬🇹 pic.twitter.com/UvdEXaZT3S
— Nito Cortizo (@NitoCortizo) December 19, 2023
En días recientes, Arévalo ha conversado con Rodrigo Chaves, de Costa Rica; Johnny Briceño, de Belice; Luis Abinader, de República Dominicana y ahora con el gobernante panameño.
Todos le externaron sus apoyos y decisión de defender la democracia guatemalteca, asediada por un Ministerio Público sediento de sangre política.
Panamá es parte de la Alianza para el Desarrollo de la Democracia, junto a Costa Rica, Ecuador y Dominicana.
Estos emitieron un comunicado el 9 de diciembre pasado en respaldo a Arévalo.
El guatemalteco, de 65 años y quien se autodefine como un social demócrata, asumirá la presidencia el 14 de enero y anunció que una de sus primeras acciones será exigir la renuncia de Consuelo Porras, fiscal general, quien ha emprendido una persecución política-judicial en contra de actores electorales.
En una resolución que blinda a Arévalo, actual diputado del Congreso, la Corte de Constitucionalidad ordenó que él debe asumir la presidencia como está previsto, lo que deja congelada la pretensión de la funcionaria fiscal.