La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha intensificado en los primeros días de 2025 su política de destierro y asilo forzado, al prohibir el ingreso a Nicaragua de más de 200 ciudadanos que salieron del país durante las vacaciones de Navidad.
Entre los afectados figuran empresarios, inversionistas, artistas, influencers y ciudadanos sin conexión política aparente, pero con vínculos familiares o cercanos con personas críticas al régimen.
Según fuentes del sector de agencias de viaje y personal vinculado a la Dirección General de Migración y Extranjería, la negativa de ingreso se ha aplicado de manera discrecional, sin explicaciones oficiales.
“Están impidiendo abordar vuelos a Managua desde distintos puntos de conexión, como México, Panamá, Costa Rica y El Salvador”, denunció una fuente de la industria aeronáutica.
A la vez, se estima que más de 300 nicaragüenses con residencia en Estados Unidos, México, Costa Rica, España y otros países, fueron vetados de viajar a visitar a sus familia a fin de año.
#Nicaragua🔴⚠️ | Valeria Sánchez, influencer y expresentadora de televisión se unió a la lista de personas obligadas por la dictadura orteguista al exilio, al igual que Odhalya Fernández quien abandonó el país en diciembre junto a su esposo e hijas al conocer que tenían una… pic.twitter.com/MSGxeZeDPJ
— Despacho 505 Nicaragua (@despacho505) January 30, 2025
La medida ha generado incertidumbre entre los viajeros, especialmente aquellos que visitaron a sus familias en el extranjero durante las festividades.
“Este mes se han ensañado con la gente. Siempre hay algún nombre conocido entre los vetados, pero la mayoría son personas sin militancia política. Muchos son residentes en Estados Unidos que simplemente querían pasar las fiestas en Nicaragua”, afirmó un agente de viajes.
Uno de los casos que más ha generado reacciones es el de Maria Margarita Cuadra Lacayo, de 80 años, hermana del general en retiro Joaquín Cuadra, a quien se le prohibió el ingreso tras regresar de una visita familiar en Estados Unidos.
Otro caso que ha trascendido es el de la influencer Valeria Sánchez, quien denunció en redes sociales que fue impedida de abordar su vuelo de regreso a Managua desde Miami.
El aumento de restricciones ha afectado también a las agencias de viaje, que reportan una caída en sus ventas. “Hay mucha gente con miedo de salir del país. Esta semana se cancelaron varios paquetes turísticos y boletos internacionales por temor a no poder regresar”, afirmó un operador del sector.
La negativa de ingreso a nicaragüenses y extranjeros no es nueva, pero en el pasado estaba dirigida a opositores políticos, periodistas y activistas.
“Desde 2018 se crearon listas negras, pero ahora cualquier persona puede ser vetada. Basta con que en redes sociales haya expresado alguna opinión contraria al gobierno o que sea amiga o pariente de alguna persona considerada crítica de la dictadura”, indicó una fuente de Migración.
La incertidumbre ha llevado a muchas familias a reconsiderar sus planes de viaje. Mientras tanto, el régimen Ortega-Murillo no ha ofrecido explicaciones sobre el recrudecimiento de esta práctica, que se suma a una serie de medidas represivas dirigidas a afianzar su control absoluto sobre la población.