Sandra Torres, Zury Ríos y Edmond Mulet estarán este domingo en la mirilla de los ciudadanos tras encabezar las preferencias electorales, y cuya carrera podría terminar e una segunda vuelta.
Populares, tradicionales pero con la sombra de la corrupción, el continuismo y escándalos, Sandra Torres, Zury Ríos y Edmond Mulet cruzan los dedos para ganar la silla presidencial, o al menos colarse a una segunda vuelta.
Sobres sus vidas, trayectoria y carreras pesan periodos que inquietan a los electores, sobre si realmente ellos son los indicados a dirigir a Guatemala.
Conozcamos un poco a las tres figuras que podrán gobernar a este país centroamericano.
Se divorció para ser presidenta
Fundadora de la Unidad Nacional de la Esperanza, UNE, Sandra Torres encabeza este domingo su tercer intento en convertirse en la primera presidenta de Guatemala. Estuvo casada con el recién fallecido expresidente Álvaro Colom que gobernó entre 2008 y 2011, pero se divorció para cumplir una norma legal y correr por la presidencia de Guatemala en 2011, lo que ella calificó que lo hizo “por amor a la presidencia”.
Sin embargo, la Corte de Constitucionalidad invalidó su candidatura al considerar su decisión de divorciarse como “fraude de ley”.
Se ha visto envuelta en escándalos de presunta financiación ilegal de sus campañas anteriores, cuyos casos trató de evitar salieran a la luz por investigaciones periodísticas.
En 2015 logró inscribirse como candidata, pero perdió contra Jimmy Morales. En 2019, Torres volvió a sufrir otra derrota contra Alejandro Giammattei.
Es considerada como la facilitadora de presidentes, ya que en anteriores candidaturas logró llegar a segunda vuelta para perder la silla presidencial. A sus 67 años considera que una tercera no es la vencida.
En 2019 el presidente Giammattei cumplió una de sus promesas de llevar a Sandra Torres ante la justicia por supuesta financiación electoral ilegal y asociación ilícita. Estuvo unos meses detenida antes de pasar a un arresto domiciliario y en noviembre de 2022 un tribunal cerró el proceso legal en su contra e inició su campaña para las presidenciales de hoy.
Un apellido que la sabotea
Zury Mayté Ríos Sosa, de 55 años, es la candidata de la coalición de extrema derecha Valor-Unionista, y la hija del fallecido dictador Efraín Ríos Montt, considerado el más cruel de Guatemala juzgado por genocidio y delitos de lesa humanidad en contra de indígenas.
Esta es la tercera vez que Ríos Sosa busca dirigir Guatemala, antes lo intentó en 2015 y ocupó un lejano quinto lugar. En 2019 volvió a intentarlo pero un tribunal se lo impidió por ser hija de un militar golpista.
Zury Ríos ha afirmado más de una vez que su padre era su inspiración y lo considera “inocente”, y se queja que la llamen “hija del dictador” o “hija del genocida”.
En 2003 Zury Ríos fue acusada de ser una de los organizadoras del llamado “Jueves Negro”, periodo en el que funcionarios del FRG y seguidores de su padre encabezaron una manifestación masiva en la ciudad de Guatemala para protestar por el rechazo a la candidatura de Ríos Montt por el Tribunal Supremo Electoral. La protesta terminó en un caos y la muerte del periodista Héctor Fernando Ramírez.
Conservadora dice estar a favor de la pena de muerte, en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo y en contra el aborto.
Ríos es abogada, tiene estudios en Ciencias Políticas y fue diputada durante cuatro períodos legislativos. Durante su campaña, Ríos Sosa ofreció replicar las políticas antipandillas del presidente salvadoreño Nayib Bukele y la inhabilitación para ejercer cargos públicos a personas responsables por corrupción.
El recolector de ideas ajenas
Edmond Auguste Mulet Lesieur es un abogado y exdiplomático de 72 años, candidato por el partido Cabal de línea centroderechista y que él mismo fundó y dirige.
Este domingo es la segunda vez que se presenta a competir por la presidencia. En 2019 obtuvo el tercer lugar en las votaciones.
Mulet la ha dedicado al servicio diplomático y es admirado por su trabajo en Naciones Unidas, aunque también fue dos veces diputado entre 1985 y 1993.
Mulet acarrea cuestionamientos por las adopciones irregulares de 35,000 niños para familias en el extranjero en los años 80, aunque reitera que comprobó que los procedimientos fueron legales.
Mulet se considera crítico de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) que llevó a procesar a políticos guatemaltecos por corrupción, incluyendo el expresidente Otto Pérez Molina y su vicepresidenta Roxana Baldetti.
Durante su campaña ha emulado proyectos populares del presidente salvadoreño Nayib Bukele. Quien construir una cárcel para pandilleros, entregar una computadora para cada niños escolar, entre otros proyectos.
También los votantes lo acusan de buscar a los jóvenes pero sin propuestas viables para este grupo poblacional.