Sigue la política de persecución religiosa en Nicaragua: un tercer monseñor preso

Monseñor Óscar Escoto, de la diócesis de Matagalpa, está retenido por el régimen de Daniel Ortega.

La dictadura de Nicaragua sigue atacando y apresando sacerdotes católicos. Este viernes se conoció de un nuevo secuestro, desaparición y posible detención el Vicario General de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Óscar José Escoto Salgado, la noche del pasado 21 de diciembre.

La persecución a líderes de la Iglesia Católica en Nicaragua por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo se ha intensificado con la reciente captura de Escoto, quien era el único sacerdote que permanecía en libertad en la diócesis tras el encarcelamiento en 2022 del obispo Rolando Álvarez.

En menos de 72 horas, el régimen ordenó la detención de monseñor Isidoro Mora, dos seminaristas y monseñor Escoto, evidenciando una campaña sistemática de represión contra la Iglesia Católica. 

Terrorismo sandinista contra la Iglesia

La captura de monseñor Escoto ha sido condenada por juristas y activistas como un acto arbitrario e ilegal, considerado como parte de la estrategia del régimen de Ortega-Murillo de hostigar y silenciar a la Iglesia Católica y enviar un mensaje de poder y dolor en plena navidad. 

El sacerdote secuestrado es hermano de la exalcaldesa sandinista de Ciudad Darío y actual delegada del Ministerio de Educación de esa ciudad, Catalina Escoto. 

Esta acción se suma a la confiscación de propiedades eclesiásticas y la continua persecución de sacerdotes, mostrando una opresión sostenida contra la institución religiosa a lo largo de 2023.

La comunidad internacional, así como varios grupos comunitarios y organizaciones religiosas, han expresado su solidaridad y apoyo a los sacerdotes perseguidos, reafirmando su unidad frente a la represión del régimen.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua, junto con la comunidad católica, se ha unido en oración y apoyo a los líderes eclesiásticos capturados.

Tres monseñores presos en 72 horas

Escoto es el tercer monseñor detenido en los últimos días.

En la jerarquía de la Iglesia Católica, “monseñor” es un título honorífico que se otorga a algunos sacerdotes como un signo de aprecio y reconocimiento por sus servicios excepcionales a la Iglesia.

Este título no implica un cambio en la jerarquía eclesiástica o en los deberes sacerdotales del individuo, sino que es más bien un título de honor.

Los sacerdotes a quienes se les otorga este título generalmente han realizado contribuciones significativas en sus diócesis, o han servido en posiciones importantes dentro de la administración de la Iglesia.

El título de “monseñor” puede ser otorgado por el Papa, y existen diferentes grados o categorías de monseñores, cada una con su propio conjunto de insignias y privilegios litúrgicos.

Es importante señalar que aunque el título de Monseñor es un reconocimiento de respeto y honor, no cambia la posición del sacerdote en la estructura jerárquica de la Iglesia. Un monseñor sigue siendo un sacerdote y no un obispo, aunque a menudo trabaje en estrecha colaboración con los obispos y desempeñe funciones administrativas o diplomáticas importantes.

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