La IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se lleva a cabo este miércoles en Tegucigalpa, Honduras, con la participación de una decena de presidentes latinoamericanos. A pesar de convocarse a los 33 países miembros, sólo 11 jefes de Estado están presentes, lo que ha generado controversia sobre la relevancia y el impacto real de este encuentro.
Entre los asistentes se destacan los mandatarios de izquierda, como Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Claudia Sheinbaum de México y Gustavo Petro de Colombia.
La presencia de estos pocos líderes refleja una falta de consenso en la región, ya que muchos países optaron por enviar a sus cancilleres u otros representantes.
Este bajo nivel de participación, en un evento de tanta trascendencia, ha alimentado las críticas sobre la importancia del foro, especialmente en un contexto internacional marcado por las tensiones comerciales y la creciente influencia de China en América Latina.
Nuestra Presidenta @XiomaraCastroZ dio la bienvenida hoy en Casa Presidencial al Presidente de Colombia, Gustavo Petro, en una reunión bilateral previa al traspaso de la Presidencia Pro Témpore de la CELAC. Ambos mandatarios discutieron temas clave para fortalecer la cooperación… pic.twitter.com/doo4qHkydS
— Gobierno de Honduras (@GobiernoHN) April 9, 2025
China quiere aprovechar
Mientras tanto, la diplomacia china está aprovechando la oportunidad para mostrarse en la región como un socio confiable, pero en la mira de Estados Unidos, que mantiene sus acusaciones sobre su inferencia en la región, en especial en Panamá, donde el presidente José Raúl Mulino ha marcado enorme distancia desde su primer día de gestión con el país asiático.
Desde el inicio de la cumbre, una delegación encabezada por Qu Yuhui, número dos de la Cancillería de China para Asuntos Latinoamericanos, ha sostenido reuniones bilaterales con representantes de 15 países de la CELAC.
Pekín planea organizar una conferencia ministerial con la CELAC el próximo 13 de mayo en Beijing, lo que destaca su interés en consolidar su influencia económica en la región.
Sin embargo, casos como el de Honduras, que firmó relaciones diplomáticas en marzo de 2023 con el país asiático han demostrado, según analistas locales, que aliarse con esa nación no ha generado beneficios pues el comercio no se ha fortalecido como se prometió y, por el contrario, romper con Taiwán complicó sobremanera industrias como la del camarón, que perdió su mejor cliente.
Tensiones comerciales y perspectivas para la región
La guerra comercial impulsada por Trump, quien recientemente impuso aranceles más severos a varios países de América Latina, como Brasil, Argentina, Colombia y México, ha dejado a muchas economías latinoamericanas en una posición vulnerable.
Mientras la Cumbre se desarrolla en Honduras, el país anfitrión, gobernado por Xiomara Castro, ha sido objeto de críticas por las promesas incumplidas de desarrollo económico y apoyo internacional. En contraste con las grandes expectativas que generó la llegada al poder de Castro, la situación actual parece alejarse de los avances esperados, con pocos logros concretos en términos de cooperación internacional y desarrollo económico tangible.
Aunque la cumbre se presenta como una plataforma para discutir temas de integración regional, seguridad alimentaria y energía, muchos observadores dudan de que este encuentro tenga un impacto real, dada la limitada participación de los principales actores y las promesas no cumplidas en el país sede.
¿Qué esperar de la Cumbre?
A pesar de las críticas, algunos analistas consideran que la cumbre puede servir como un espacio para el diálogo entre los principales países de la región.
El rector de la Universidad para la Paz de Costa Rica, Francisco Rojas, destaca que la presencia de los presidentes de Brasil, México y Colombia ofrece una oportunidad para abordar de manera conjunta los desafíos comerciales y económicos que enfrenta América Latina.
A medida que la cumbre se desarrolla, con temas que van desde el café hasta la equidad de género, se espera que Lula, Sheinbaum y Petro hagan propuestas clave sobre la integración regional y la necesidad de diversificar los mercados.
Lula, en particular, aprovechará la ocasión para pedir apoyo para llevar a una mujer latinoamericana a la Secretaría General de la ONU, un puesto tradicionalmente ocupado por hombres.
En este contexto, la Cumbre CELAC en Tegucigalpa se perfila como un evento clave en medio de las complejas relaciones geopolíticas y comerciales que definen el futuro de la región. Sin embargo, la falta de una representación más amplia y las promesas incumplidas de Honduras dejan una sensación de incertidumbre sobre los resultados reales de este encuentro.
Con información de AFP