El ingreso de al menos 75 soldados salvadoreños a Costa Rica como parte de un contingente humanitario, para apoyar en las labores de emergencia tras las recientes inundaciones en el Pacífico y norte del país, ha generado un fuerte debate político y constitucional.
A pesar de que el gobierno de Nayib Bukele envió a los militares como parte de un grupo de 300 rescatistas, la falta de autorización por parte de la Asamblea Legislativa costarricense ha suscitado cuestionamientos sobre la legalidad de su entrada.
El presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, exigió explicaciones al presidente Rodrigo Chaves, citando el artículo 121 de la Constitución, que establece que el ingreso de tropas extranjeras al territorio nacional debe contar con el consentimiento de la Asamblea Legislativa.
#Corredores #FronteraSurCR🇨🇷
Los rescatistas de #ElSalvador ya están en el sur de Costa Rica, trabajando en conjunto con miembros de los diversos cuerpos de socorro nacionales. 🇨🇷 🤝🏻🇸🇻#MisiónCostaRica pic.twitter.com/EGjtyxRWkT— Fuerza Pública CR (@fuerzapublicaCR) November 13, 2024
La normativa también establece que la aprobación debe ser otorgada por el poder legislativo para la permanencia de tropas extranjeras y la presencia de naves de guerra en puertos y aeródromos nacionales.
A pesar de que el gobierno costarricense argumentó que los militares salvadoreños llegaron exclusivamente para realizar tareas humanitarias, el hecho de que el contingente esté compuesto por oficiales del ejército ha generado dudas en algunos sectores políticos.
Los diputados de las fracciones de Liberación Nacional y el Frente Amplio cuestionaron si el carácter militar de los soldados, aunque estos no estuvieran armados, no requería la aprobación de la Asamblea Legislativa.
En particular, señalaron que la presencia de fuerzas militares extranjeras, bajo cualquier circunstancia, debe ser sometida a la revisión del órgano legislativo.
El polémico ingreso de los soldados, que arribaron junto con 15 toneladas de víveres y seis toneladas de insumos para las tareas de rescate, se dio el martes, como parte de una misión humanitaria acordada durante la visita oficial de Chaves a El Salvador.
El contingente, compuesto por personal de rescate, primeros auxilios y expertos en atención de emergencias, fue desplegado para ayudar a las zonas más afectadas por las lluvias intensas en Costa Rica.
La ayuda fue enviada por el gobierno salvadoreño, y algunos soldados llegaron identificados con su vestimenta militar tradicional y la bandera de El Salvador, lo que incrementó la controversia sobre la legalidad de su presencia.
La viceministra de Asuntos Bilaterales y Cooperación Internacional, Lydia Peralta, defendió en una misiva la entrada del contingente, afirmando que los militares viajaron en vuelos comerciales y que su presencia estaba destinada exclusivamente a la asistencia humanitaria, sin ningún tipo de intención militar.
Peralta subrayó que la situación debía interpretarse como parte de un esfuerzo de cooperación internacional en respuesta a la emergencia por las inundaciones.