Tiempos de redes sociales y menos propuestas en campañas políticas de Guatemala

Los tiempos han cambiado en Guatemala y las campañas propagandísticas también. Ahora, en épocas en que las percepciones parecen que cuentan más que las verdades y los mensajes tienen que ser más cool que propositivos, los aspirantes a la presidencia de este país centroamericano por momentos lucen más preocupados por la selfie, el vídeo viral o por tener más seguidores en redes sociales que por convencer con promesas que puedan cumplir.

Y así vemos a Edmond Mulet, el candidato de Cabal, a sus 72 años haciendo calistenia a la orilla de un lago para retar a un rival a una competencia de kayak mientras suena de fondo el tema musical de Rocky; o un video de la famosa productora mexicana Badabun echándole porras a Sandra Torres, de la UNE; o al suspendido Carlos Pineda, de Prosperidad Ciudadana, platicando con Mechito, el soez personaje, para el tiktok; o a Zury Ríos, de Valor-Unionista, sonriendo y tomando las selfies para el Facebook.

Sandra Torres, candidata de la UNE, una de las favoritas en las encuestas.

Y esto solo por mencionar a unos cuantos aspirantes a la presidencia. Pero eso y otras cosas están publicando candidatos a alcaldes y diputados que desarrollan sus propias “producciones” con cualquier barbaridad que se les ocurra.

Esa es la tendencia de esta campaña. Pero es justo reconocer que con estas herramientas comunicacionales los políticos pueden amplificar sus mensajes con facilidad y a bajo costo. “Supone una banalización del proceso electoral. 

El candidato presidencial de Cabal, Edmond Mulet, en Panajachel, haciendo calistenia mientras reta a otro político a una competencia en kayak.

“La campaña se ha desplazado de las tarimas y los medios convencionales a las redes”, dice a Centroamérica 360 el periodista Juan Luis Font

“Y en 30 segundos o un minuto te da poco tiempo para hacer otra cosa que el payaso o prometer algo”, agrega en tono crítico.

Pero reconoce lo que muchos sabemos: “es una forma eficaz de comunicar”.

¿Es eso lo que quieren los guatemaltecos?

Rubén Hidalgo, un analista del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos, le dice a Prensa Libre de Guatemala que este es el primer proceso electoral que muestra una desconexión de los candidatos presidenciales al debate serio.

Según él, las nuevas formas de campaña parecen obviar la esencia porque les preocupan más los “likes”.

“Han buscado fórmulas de humor emotivas y hasta ridículas para ganarse la simpatía del ciudadano”, dijo. “Lo preocupante es la lectura que tienen del ciudadano; que este no se preocupa de la problemática nacional de forma seria, que no tiene conocimiento de causa y por tanto consideran que están atendiendo el requerimiento de la población con payasadas”.

En otros países, las redes sociales son fundamentales en las comunicaciones no solo de aspirantes, sino también de gobernantes. No hay que ir muy lejos de Guatemala para encontrar un ejemplo de ello, El Salvador.

El presidente Nayib Bukele, con 5.2 millones de seguidores en Twitter, 6.7 millones en Facebook y 4.9 millones en Instagram, encontró en las redes sociales su mejor vehículo para comunicarse y por ahora es el mandatario más popular de Latinoamérica. Son pocas sus conferencias de prensa y hasta el momento, en casi 4 años de gobierno, no le ha dado entrevistas a medios locales, pero sí a youtubers extranjeros.

“Sí se han adaptado (los políticos y los partidos guatemaltecos) en cierta forma a las audiencias de Tik Tok; sin embargo, nunca ha habido -ahora peor- un intento por tener verdaderas propuestas y soluciones”, le comenta el analista Álvaro Montenegro a Centroamérica 360.

“En general, este es el proceso más deslegitimado porque han bloqueado a 3 candidatos importantes y 1 está aún en riesgo, hay una estrategia de cooptación para solamente dejar competir a quienes obedezcan a las redes de corrupción. Estamos en una dictadura corporativa donde las elecciones están siendo manipuladas para reproducir a políticos que solamente llegan a lucrar sin propuestas ni planes de trabajo”.

No siempre son aplausos

Y aunque las redes son eficaces, no todos los mensajes arrancan aplausos. De hecho, la Misión de Observación Electoral de Guatemala dijo a inicios de mayo que la mayoría de menciones en estas plataformas en cuanto a candidatos presidenciales son negativas.

Descréditos, señalamientos y hasta insultos son filtros (uno de los filos de estos espacios) son las respuestas a lo que dicen los aspirantes.

El eliminado Carlos Pineda, fuera de la contienda por un tecnicismo administrativo, era el mejor ejemplo de esto. Popular en TikTok, recibía muchos comentarios ante cada publicación; sin embargo, un elevado porcentaje (casi un 40%) estaba en contra. Sin embargo, parecía blindado a esa realidad. Quizá por su novatez política o porque pensaba que no importara qué dijeran, sino que lo mencionaran.

Falta menos de un mes para las elecciones generales (25 de junio) y no hay nada que indique que candidatos presidenciales, los que aspiran a ser alcaldes o diputados vayan a dejar de lado las redes, como si se tratase de un concurso de popularidad para ser la reina o el rey de la escuela, para volverse más propositivos.

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