El gobierno del izquierdista dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, expulsó a los embajadores de Costa Rica y Panamá, además de los de 4 países sudamericanos y uno del Caribe, acusándolos de injerencistas.
Además de los embajadores centroamericanos, los de Argentina, Chile, Perú, Uruguay y Dominicana fueron expulsados por el gobierno venezolano.
El presidente panameño, José Raúl Mulino anunció este lunes la suspensión de las relaciones diplomáticas con Caracas, como medida de rechazo a lo que considera un fraude electoral del oficialismo.
El mandatario costarricense, Rodrigo Chaves, por su parte, en un comunicado desconoció la victoria del chavista.
Los gobiernos de Honduras y Nicaragua, de la misma órbita de la dictadura de Nicolás Maduro (izquierdistas adoradores del difunto Hugo Chávez, padre del Socialismo del Siglo XXI y padrino de Maduro), han respaldado el triunfo de Maduro, a pesar de que los gobiernos del mundo libre lo cuestionan y el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, llamó a una revisión transparente voto por voto.
Mientras tanto en Venezuela, los opositores están en las calles con cacerolazos para demostrar el rechazo a Maduro, que gobernaría hasta el 2031.
El canciller hondureño, uno de los escuderos político ideológicos de la mandataria hondureña Xiomara Castro, felicitó al gobierno “hermano” de Venezuela y se ha dedicado a defender los resultados tratando de desvirtuar las voces críticas de la derecha hondureña.