Una avioneta que intentaba aterrizar en la Bahía Santiago, en Sololá, sufrió un accidente el domingo 23 de marzo, dejando como saldo dos personas heridas, aunque afortunadamente no se registraron víctimas fatales. El incidente ocurrió cuando la aeronave, con matrícula N919RV, se desplomó en un terreno vacío cerca de la localidad de Santiago Atitlán.
Bomberos Voluntarios de la región respondieron rápidamente al llamado de emergencia y llegaron al lugar donde la aeronave había caído. Los rescatistas atendieron a los dos ocupantes, identificados como Ricardo González Jurado, de 71 años, y su hijo, David Ricardo González, de 47 años. Ambos presentaban contusiones y heridas leves, pero fueron estabilizados en el sitio y luego trasladados a un centro médico privado para recibir atención especializada.
El accidente provocó gran alarma en la comunidad local. A medida que se escuchaba el fuerte impacto del siniestro, vecinos y familiares se apresuraron al lugar, pero las autoridades restringieron el acceso para facilitar las labores de rescate.
De acuerdo con las primeras versiones, se pensó que la caída de la avioneta podría haber sido causada por un fallo mecánico. Sin embargo, las autoridades han confirmado que el accidente ocurrió debido a dificultades durante el aterrizaje.
La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) ha abierto una investigación para esclarecer los detalles del accidente y determinar las causas exactas. En un comunicado, la DGAC destacó que, si bien las personas a bordo resultaron heridas, no hubo pérdidas humanas. También informaron que el piloto y su acompañante fueron atendidos por personal médico, y las contusiones que sufrieron no revisten gravedad.
La Unidad de Investigación de Accidentes se encargará de seguir los procedimientos establecidos y de realizar un análisis técnico completo para dar con las posibles causas del siniestro. A pesar de los temores iniciales, la rápida respuesta de los bomberos y la comunidad local ayudó a evitar consecuencias mayores.