La inédita ola migratoria que recorre América de Sur a Norte ha sobrepasado la capacidad de respuesta de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), de brindar protección y asistencia para 21.4 millones de personas en las Américas, debido a la falta de recursos.
Así quedó plasmado en el informe Necesidades Críticas en las Américas, donde se señala que a finales de julio de este año solo se había alcanzado a cubrir un tercio de las necesidades financieras de Acnur para 2023, gracias a las donaciones de la comunidad internacional, el sector privado e individuos.
El documento pone de relieve las operaciones con financiamiento más crítico, donde destacan las necesidades persistentes en Costa Rica, El Salvador, Honduras como países de tránsito y otros países latinoamericanos como países receptores o principales expulsores de poblaciones.
Déficit gigante de Acnur
Acnur en las Américas recibió en 2022 menos fondos ($355 millones) en comparación con el 2021 ($436 millones).
Este año el desbalance es peor: las necesidades financieras de Acnur suman $827 millones, pero la agencia solo espera recibir $277 millones al cierre de 2023, plantea el informe.
Más de 21,4 millones de personas desplazadas por la fuerza en el mundo se encuetran en las Américas.
Esto representa un aumento de 31 por ciento con respecto al año anterior. Conoce más: https://t.co/qiX31UifjX pic.twitter.com/FZ7M1twLld
— ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados (@ACNURamericas) August 23, 2023
Esta falta de capacidad financiera, a criterio de José Samaniego, director de la Oficina Regional del Acnur para las Américas, puede afectar “el acceso a albergues y asistencia humanitaria para los más vulnerables, apoyo financiero para cubrir necesidades básicas y atención a la salud”.
Un recuento de actividades afectadas por la falta de financiación son el mantenimiento de espacios seguros y albergues en zonas fronterizas; la distribución de artículos de primera necesidad; el apoyo para el acceso a procedimientos de determinación de la condición de refugiado y a procesos de regularización y documentación; la distribución de ayuda en efectivo en beneficio de personas en situación de vulnerabilidad; y la realización de actividades de protección de la infancia y de prevención de la violencia de género.
Centroamérica también colapsa
La ola migratoria, aparte de Acnur, ha sobrepasado también la capacidad de respuestas de países centroamericanos por donde los migrantes pasan rumbo al Norte, o en el caso de Nicaragua, rumbo al Sur.
En Panamá, principal país en Centroamérica receptor de migrantes del sur, el presidente de la República, Laurentino Cortizo, planteó su preocupación del flujo migratorio a los congresistas Salud Carbajal y Hillary Scholten, la comandante de la Guardia Costera de Estados Unidos, la almirante Linda Fagan, y la embajadora de Estados Unidos Mari Carmen Aponte, en una reunión el pasado 22 de agosto.
“Estamos preocupados por el incremento de personas que ponen su vida en riesgo cruzando Parque Nacional Darién. Necesitamos mucha ayuda para atender esta situación”, expuso Cortizo ante sus interlocutores, quejándose de que “Colombia no nos está prestando la ayuda que necesitamos”.
Éxodo masivo en aumento
El mandatario panameño reclamó que Estados Unidos, como aliado importante contra el crimen organizado, debería aportar más a la región para enfrentar el desafío del narcotráfico y la migración irregular en la región.
Una media de 2,500 migrantes llega cada día a Panamá en su viaje hacia Norteamérica tras cruzar la inhóspita jungla de Darién, la frontera con Colombia, lo que evidencia “una subida extrema” del flujo de estos viajeros irregulares, alertó este viernes el Ministerio de Seguridad de Panamá.
En todo el mundo, las personas siguen siendo #ForzadasAHuir.
Más información en el informe #TendenciasGlobales: https://t.co/glBOwOaNIp pic.twitter.com/eZInDAxfYG
— ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados (@ACNURamericas) August 24, 2023
Hay una “subida extrema de la migración, éxodo masivo en aumento (…) están entrando más de 2,500 personas” migrantes por día a Panamá, la puerta de entrada a Centroamérica desde el sur del continente, afirmó Juan Pino, ministro de Seguridad.
En las estaciones de recepción migratoria, donde hay presencia de una docena de organismos internacionales, las autoridades de Panamá toman los datos biométricos de los viajeros y les ofrecen servicios de salud y alimentación, en una operación única en el continente.
Récord en Panamá
En lo que va de 2023, han llegado a Panamá por la jungla 300,000 migrantes irregulares, de acuerdo con datos del Servicio Nacional de Migración (SNM).
En todo 2022 cruzaron la selva 248,284 personas migrantes y en 2021 fueron 133,726, por lo que la cifra de 300,000 es inédita.
Ese flujo igual afecta la capacidad de atención de Costa Rica, país de tránsito de Sudamericanos y de recepción de nicaragüenses que huyen de la represión y pobreza bajo la administración de Daniel Ortega.
El flujo de migrantes por Paso Canoas, frontera con Panamá, ejerce cada vez mayor presión sobre las ya sobrecargadas capacidades de recepción, redes de albergues y comunidades de acogida costarricense.
Costa Rica hablará del tema con EEUU
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, también se ha quejado del elevado gasto presupuestario que supone la atención a los migrantes y lleva ese tema en la agenda para la reunión con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el próximo 29 de agosto.
Costa Rica tiene en espera procesos para brindar refugio a más de 240,000 migrantes provenientes de Nicaragua, Colombia, Venezuela, Haití y Cuba.
El flujo de 2,500 a 3,000 personas que llegan en promedio cada día a Darién, a criterio de Costa Rica, evidencia que el fin del Título 42 en mayo pasado no ha logrado frenar el flujo migratorio hacia Estados Unidos, ya que hasta el pasado 17 de agosto al menos 300,000 personas se arriesgaron por cruzar la espesura zona montañosa.
Según Acnur, Costa Rica requiere un fondo de US$4.949.000 en asistencia para fortalecer el sistema de asilo en Costa Rica con el propósito de reducir el rezago de más de 200,000 casos que aguardan una resolución, así como agilizar el trámite de registros y solicitudes de asilo, y la emisión de documentos.
El Salvador y Honduras también necesitan
También demanda US$1,691,000 en asistencia para que al menos 4,000 personas refugiadas y solicitantes de asilo en situación de vulnerabilidad tengan acceso al esquema que ofrece la Caja Costarricense de Seguro Social.
Y alegan la necesidad de US$3,314,000 en efectivo para satisfacer necesidades básicas (de al menos 300 familias al mes), así como albergues de emergencia (en beneficio de 2,000 personas que viajan en movimientos mixtos o que tienen previsto permanecer en el país.
La agencia de la ONU reporta que, El Salvador, por su parte, reporta la urgencia de US$817,000 en efectivo para personas que corren mayor riesgo (2,401 personas desplazadas por la fuerza).
Otro fondo de US$500,000 para reforzar la presencia en el terreno de cuatro espacios de apoyo y cuatro unidades móviles en todo el país (en beneficio de 19,500 personas).
Y otros US$561,000 destinados a programas de soluciones duraderas (en beneficio de 745 personas desplazadas por la fuerza); programas educativos para personas LGTBQ+ adultas; programas laborales para jóvenes que son objeto de estigmatización y otros.
Honduras, por su parte, demanda US$3.750.000 en asistencia multisectorial en beneficio de 35.000 personas desplazadas por la fuerza, retornadas y en movimientos mixtos, como atención mental y apoyo psicosocial, albergue, orientación y asesoramiento jurídico, documentación y reubicación.
Otros US$2.450.000 son reclamados para actividades de empoderamiento comunitario, en beneficio de 20.000 personas desplazadas internas, para disminuir el riesgo de reclutamiento y otras formas de violencia que afectan a las personas y a las comunidades.
Me reuní con los congresistas de EE. UU. Salud Carbajal, Hillary Scholten, y la almirante Linda Fagan, conversamos sobre temas de interés como el fortalecimiento de la cooperación marítima, acciones contra la pesca ilegal, la lucha contra el narcotráfico y la migración irregular. pic.twitter.com/DWj3vbiRAR
— Nito Cortizo (@NitoCortizo) August 22, 2023
Y también estiman en US$1.200.000 el apoyo técnico necesario a las principales instituciones gubernamentales en la aplicación de la Ley de prevención, atención y protección de las personas desplazadas internamente, de reciente aprobación, que constituye el marco jurídico que protege a las personas desplazadas al interior del país.
Nicaragua aislada y sin datos
Nicaragua, aislada en su política exterior por la negativa a responder a la comunidad internacional sobre las denuncias de abusos de derechos humanos, no reporta necesidades a Acnur, pese a estar en la ruta de tránsito.
Según Acnur, en total se necesitan US $24,96 millones en Latinoamérica para enfrentar la ola migratoria desde Brasil hasta México.
La respuesta del mundo ha sido limitada ante el tema. Este 23 de agosto Estados Unidos anunció asistencia humanitaria por más de US$16 millones como contribución a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que los destinará a los esfuerzos de creación de capacidades a través del Programa de Migración Regional del Hemisferio Occidental (Western Hemisphere Regional Migration Program, WHP).
El WHP es un programa que funciona desde 2011 con el financiamiento del Gobierno de Estados Unidos.
La Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado proporciona fondos como aporte a la OIM destinados a implementar el programa.
A la vez, el presidente Biden enfrenta presiones internas de la oposición política que lo señala de permitir que el flujo de migración vulnere la seguridad nacional, al decretar programas de migración como el parole humanitario que ha permitido a más de 180,000 migrantes de Nicaragua, Venezuela, Cuba y Haití migrar legalmente a Estados Unidos.
Sin embargo, este 24 de agosto inició en Estados Unidos un juicio promovido por gobernadores de 20 Estados para frenar el programa del paro e impedir el arribo e ingreso de más migrantes.