Al menos 1.2 millones de nicaragüenses sufren hambre

Por lo menos el 18.6 por ciento de los nicaragüenses (1.2 millones) padecen hambre o están mal alimentados, de acuerdo al informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

De acuerdo al documento Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2022, Nicaragua es el país que más sufre por la mala alimentación en Centroamérica, seguido por Guatemala (16%) y Honduras (15.3%). 

Según la FAO, el problema económico es el principal factor por el que los nicaragüenses y el resto de latinoamericanos no pueden acceder a una dieta saludable.

El informe revela que el aumento de precios internacionales de alimentos experimentado desde 2020, especialmente después del inicio del conflicto en Ucrania (2022), y el alza en la inflación alimentaria han aumentado las dificultades para tener alimentación que les permita estar saludables.

Nicaragua es el tercer país más pobre de América Latina, superado solo por Haití y Venezuela.

El documento de la FAO incluye, además del planteamiento, recomendaciones para mejorar la disponibilidad de alimentos nutritivos, con el objetivo de apoyar a los más vulnerables y a los hogares de más bajos ingresos económicos.

“Ninguna política por sí sola puede proporcionar la solución a esta problemática. Es necesario reforzar los mecanismos de coordinación nacionales y regionales para responder al hambre y la malnutrición”, dijo Mario Lubetkin, subdirector y representante regional de FAO para América Latina y el Caribe. 

“Para que los niños y las niñas puedan crecer sanos, no solo es urgente asegurar la disponibilidad de alimentos nutritivos a precios asequibles. También es necesario desarrollar políticas públicas que garanticen una nutrición adecuada, además de consejería nutricional, focalizando acciones en las poblaciones más vulnerables”, señaló Garry Conelli, director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.

Las condiciones derivadas de la pandemia del covid-19 en la región, como en todo el mundo, han contribuido a que la malnutrición alcance su nivel más alto en casi una década.

“Una dieta saludable consiste en una cantidad adecuada de calorías, así como de nutrientes y micronutrientes esenciales provenientes de diferentes grupos de alimentos. Según la OMS y la FAO, las dietas saludables se basan en una amplia variedad de alimentos no procesados o mínimamente procesados y que sea equilibrada entre todos los grupos de alimentos, incluyendo un mínimo de cinco porciones de frutas y verduras al día”, dice el informe.

En un apartado del reporte llamado “mensajes clave”, se lee: “El hambre en el mundo aumentó en 2021, afectando al 9,8% de la población a nivel global. En América Latina y el Caribe alcanzó su mayor prevalencia desde 2006, con un 8,6% de personas que padecen hambre en 2021. Entre 2015 y 2021, la prevalencia del hambre aumentó más en América Latina y el Caribe que en el resto del mundo”.

Datos clave del informe

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