Limón: epicentro de la violencia en Costa Rica con 200 homicidios en 2023

Los homicidios en esta provincia aumentaron 40 %, en comparación al año pasado. Es más violenta, incluso, que Costa Rica.

La provincia de Limón se ha convertido en el foco de una creciente crisis de violencia en Costa Rica, registrando más de 200 homicidios en lo que va del año, un incremento superior al 40 % en comparación con el mismo periodo del año pasado, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Costa Rica, que históricamente ha sido considerada una de las naciones más pacíficas de América Latina, enfrenta un alarmante incremento en la violencia criminal, sumando 817 homicidios a nivel nacional este año, de los cuales casi una cuarta parte se han producido en Limón.

Esta provincia costera ahora presenta una tasa de homicidios de 35,3 por cada 100,000 habitantes, superando incluso a países violentos como México o Colombia, y posicionándose como una de las regiones más peligrosas de América.

 

La violencia en Limón, según expertos, está fuertemente ligada a las bandas narcotraficantes y a las disputas por el control de territorios y rutas de tráfico de cocaína que se pelean cárteles de México y Colombia. 

Recientemente, un episodio de violencia extrema se evidenció en un ataque donde cuatro hombres fueron acribillados en Limón centro, con más de 100 disparos a quemarropa.

Mario Zamora, ministro de Seguridad Pública, reconoce que no hay soluciones inmediatas para revertir esta tendencia.

Sugiere que las respuestas deben incluir una mejor organización y recursos policiales, uso de tecnología avanzada, actualización de leyes penales, fortalecimiento de la infraestructura penitenciaria, y un enfoque en la prevención del delito dentro de la sociedad.

Además de Limón, otras provincias como Puntarenas y San José también muestran cifras preocupantes.

Gerardo Castaing, exjefe del OIJ, apunta a la fácil entrada de extranjeros delincuentes en Limón, exacerbando el problema de la delincuencia en la región. El control migratorio laxo y la presencia de colombianos y hondureños en las operaciones criminales locales son factores contribuyentes, dijo.

Según Gustavo Mata, exministro de Seguridad Pública, la creciente actividad criminal en las zonas costeras, tanto del Pacífico como del Caribe costarricense, se debe al tráfico de drogas proveniente de Colombia y Jamaica. 

Los especialistas advierten que la competencia por el mercado de reexportación de drogas a Estados Unidos y Europa está impulsando un aumento alarmante en la incidencia criminal en esa zona.

La disminución en los precios de la cocaína, tanto en Miami como en Costa Rica, es un indicador de la saturación del mercado y la intensificación de la violencia entre grupos narcotraficantes.

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