Organizaciones ambientales de El Salvador, Honduras y Guatemala demandaron el viernes en cierre definitivo del proyecto de la mina Cerro Blanco, en una singular protesta celebrada en el Lago de Güija, que comparten Guatemala y El Salvador.
“Estamos acá por la defensa de nuestros bienes comunes, de nuestro lago de Güija y por la defensa del río Lempa y de la vida. Existe la amenaza latente en nuestros países ante el activismo minero. El Salvador por el contexto que vivimos sentimos que la amenaza está latente, por lo que seguimos exigiendo el cierre de la mina Cerro Blanco”, comentó Vidalina Morales, representante de la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica de El Salvador.
La mina Cerro Blanco está ubicada en una zona rural del municipio de Asunción Mita, en el oriental departamento guatemalteco de Jutiapa, a solo 12 kilómetros de la frontera con El Salvador. Organizaciones ambientalistas han advertido que los residuos de la mina podrían contminar el Lago de Güija y eventualmente el río Lempa, que es el principal río de El Salvador y que abastece de agua potable el área metropolitana de la capital salvadoreña.
Las organizaciones ambientalistas demandaron para exigir el cierre de la mina Cerro Blanco por los daños y obtención irregular de permisos medioambientales a la empresa canadiense Bluestone Resources, tras una concesión hecha en los últimos días del gobierno de Alejandro Giammattei.
Estados Unidos sancionó a Giammattei y a varios funcionarios de su gobierno por corrupción en las concesiones mineras.
Este viernes, funcionarios guatemaltecos anunciaron que buscan cancelar la licencia minera a la empresa canadiense.