La encargada de la intervención de las cárceles hondureñas, Julissa Villanueva, anunció que desarmarán a todos los reos del sistema penitenciario, bloquearán las señales de celulares en las cárceles, harán traslados y reubicación de prisioneros y aumentarán el número de guardias de seguridad penitenciarios, en un nuevo intento de recuperar el control de las 25 penitenciarías del país.
Villanueva, también viceministra de Seguridad, dijo que la misión es combatir la corrupción y la infiltración del crimen organizado en las cárceles.
“Este problema lo vamos a manejar de acuerdo a estándares internacionales, copiaremos cosas si son buenas y las aplicaremos a nuestra realidad”, dijo la funcionaria.
También anunció que evaluarán el otorgamiento de indultos para prisioneros que apliquen para gozar de la medida.
Esto, dijo, ayudará a la reducción de la población penitenciaria. Actualmente hay 25 cárceles y 19,966 reos, más de 5,000 arriba de la capacidad máxima del sistema.
Además, evaluarán a los guardias carcelarios y a policías adscritos al sistema, con el fin de filtrar y eliminar a los agentes que reprueben los exámenes de confianza.
Incluso habló de montar un sistema biométrico de registro, con el que mejorarían los controles de los reclusos.
Las medidas fueron anunciadas un par de semanas después que la presidente Xiomara Castro prometiera “mano dura” en el sistema carcelario hondureño, donde los mareros controlan las prisiones a tal grado que introducen a su antojo armas, drogas, mujeres y hasta ordenan crímenes.