El único sospechoso de asesinar a 5 hondureños en una ciudad de Texas y quien fue arrestado este martes, Francisco Oropesa, estaba escondido dentro de un armario y debajo de la ropa, confirmaron las autoridades.
“Tengo buenas noticias, el sospechoso está bajo custodia”, dijo el sheriff del condado de San Jacinto, Greg Capers, en cuya jurisdicción ocurrió la masacre.
Oropesa, mexicano de 38 años, fue detenido ileso, en una casa del condado de Montgomery, a unos 50 kilómetros de la escena del crimen.
El mexicano de 38 años estaba de manera irregular en Estados Unidos y ya había sido deportado 4 veces hacia su país.
El canciller de Honduras, Enrique Reina, dijo en redes sociales que reconoce la celeridad con la que actuaron las autoridades en este caso.
El FBI explicó que el arresto del presunto asesino fue logrado tras un aviso ciudadano.
“Quiero agradecer a quien haya tenido el coraje y la valentía de llamar y proporcionar la ubicación del sospechoso”, dijo Jimmy Paul, del FBI.
En la búsqueda de Oropesa intervinieron más de 200 agentes de la ley.
La noche del viernes, 5 hondureños, entre ellos un niño, fueron atacados a tiros con un fusil de asalto en una casa. El detenido es el único sospechoso del crimen.
Las víctimas tenían disparos en la cabeza y el cuello, como si se tratase de una ejecución. Una de las personas asesinadas era residente legal en los Estados Unidos.