Durante la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se llevará a cabo entre el 26 y 28 de junio en Asunción (Paraguay), se discutirá un proyecto de resolución presentado por Canadá. Este proyecto insta al dictador nicaragüense, Daniel Ortega, a cesar las violaciones sistemáticas a los derechos humanos en el país.
“Profundamente preocupados por el continuo deterioro de la situación de derechos humanos en Nicaragua desde 2018, caracterizado por la persistencia de la impunidad de organismos estatales en casos que involucran al menos 355 muertos y 2.000 heridos, así como más de 2.000 denuncias de detenciones arbitrarias por motivos políticos”, reza el proyecto redactado por Canadá.
La propuesta cuenta con el respaldo de Antigua y Barbuda, Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, República Dominicana, Estados Unidos y Uruguay.
Crisis humanitaria
La iniciativa canadiense también subraya: “Observando además el desplazamiento de más de 270,000 nicaragüenses que han buscado asilo en todo el mundo; profundamente preocupados por la supresión de espacios cívicos mediante la cancelación de más de 3,000 organizaciones de la sociedad civil; alarmados también por la privación de la nacionalidad y de derechos políticos de más de 300 personas, y al menos 54 medios de comunicación cerrados o confiscados y más de 250 periodistas obligados a exiliarse”.
La situación en Nicaragua no es un secreto de Estado y mandatarios como Joe Biden y Gabriel Boric han instruido a sus representantes en la OEA para que voten a favor de la resolución.
Sin embargo, líderes como Lula da Silva (Brasil), Andrés Manuel López Obrador (México) y Gustavo Petro (Colombia) tienen una perspectiva particular sobre el principio de no intervención y aún no han emitido un pronunciamiento oficial respecto a la propuesta de Canadá.
Aunque cuestionan al régimen autoritario de Ortega y su esposa Rosario Murillo, estos mandatarios aguardarán hasta la proximidad de la Asamblea de la OEA para definir su postura diplomática.
El proyecto de resolución de Canadá, titulado “Seguimiento de la situación en Nicaragua”, consta de siete artículos y fue presentado recientemente en el Consejo Permanente de la OEA.
Entre sus puntos, insta al gobierno de Nicaragua a cesar todas las violaciones de derechos humanos y a restablecer las instituciones democráticas, además de exigir la liberación de personas detenidas por motivos políticos o religiosos.
Nicaragua abandonó la OEA en noviembre de 2023, tras las críticas del foro regional a las elecciones que permitieron la reelección de Ortega.
Pese a esta renuncia, Nicaragua sigue obligado a respetar los derechos humanos y cumplir las normas internacionales.
La intención de Canadá y los países que apoyan su iniciativa es evitar que los niveles de impunidad aumenten en Nicaragua por su decisión unilateral de renunciar a la OEA.
De no haber contratiempos diplomáticos, se espera que la condena al régimen de Ortega sea aprobada en la Asamblea General de Asunción.