La cifra de fallecidos en el accidente de autobús ocurrido el pasado sábado en Nicaragua ascendió a 20, incluyendo 10 menores de edad, según información proporcionada por fuentes oficiales. La última víctima mortal reportada es Kenia Nohemí Espinoza, de 22 años, quien murió en el el hospital de Matagalpa.
El trágico suceso tuvo lugar en el municipio de Rancho Grande, en el departamento de Matagalpa, ubicado aproximadamente a 140 kilómetros al norte de Managua.
El portal oficialista El 19 Digital, citando datos del Ministerio de Salud de Nicaragua, informó que además de los fallecidos, hay cerca de 40 personas heridas.
Los menores que perdieron la vida en el accidente tenían edades comprendidas entre los 4 y 16 años.
Según los informes, el autobús se volcó tras colisionar contra una valla metálica en un puente, aparentemente debido a que circulaba a una velocidad excesiva. La policía detuvo al conductor del autobús, quien intentó huir del lugar del accidente.
La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, expresó su solidaridad y dolor ante la tragedia, haciendo un llamado a una mayor severidad en la aplicación de las leyes para con las unidades de transporte.
Murillo, quien también es esposa del dictador Daniel Ortega, hizo estas declaraciones en el oficialista Canal 4, uno de tantos propiedad de sus hijos
Imágenes difundidas por la prensa local mostraron una escena desoladora con cuerpos tendidos en la carretera y esfuerzos frenéticos para rescatar a los pasajeros prensados entre el bus y los fierros.
En los videos captados, se observa el autobús amarillo volcado y empotrado contra la baranda metálica del puente.
El reporte más reciente indica que nueve de los heridos se encuentran en estado crítico, con pronósticos reservados y sufriendo severas lesiones.
Este accidente pone de manifiesto las preocupaciones sobre la seguridad vial en Nicaragua y la necesidad de reforzar las medidas de control para evitar tragedias similares en el futuro.