La visita oficial del presidente salvadoreño Nayib Bukele a Costa Rica sigue generando controversia debido a sus sugerencias sobre políticas de seguridad nacional y recomendaciones de “mano dura” en el sistema penitenciario.
Durante su recorrido por el Centro de Atención Institucional Jorge Arturo Montero Castro (conocido como cárcel La Reforma), el mandatario salvadoreño anunció su intención de realizar un “diagnóstico” del sistema carcelario costarricense y presentar un informe “formal” al gobierno del presidente Rodrigo Chaves.
Bukele, quien ha ganado notoriedad por su severo enfoque en seguridad y su “guerra contra las pandillas”, señaló que el sistema penitenciario costarricense es “bastante permisivo” en ciertas áreas. Por ello sugirió que Costa Rica podría adoptar medidas más restrictivas para evitar una escalada de violencia similar a la que ha vivido El Salvador en el pasado.
“Nosotros vamos a continuar con este diagnóstico del sistema penal, vamos a hacer algo formal para entregarle al Gobierno de Costa Rica, de parte de nosotros, sus amigos o hermanos menores, como nos quieran ver”, expresó Bukele durante su visita.
También advirtió que Costa Rica “no quiere llegar a experimentar” la violencia que enfrentó El Salvador y recomendó medidas para endurecer el sistema carcelario.
Entre las observaciones, Bukele señaló que el régimen carcelario costarricense podría ser demasiado indulgente en temas como las visitas conyugales y el acceso a medios de comunicación.
“Es un régimen bastante permisivo, con eso de las visitas conyugales; tiene que haber alguna estabilidad ahí, no puede ser que llegue una persona diferente cada vez”, dijo Bukele, insinuando la necesidad de mayores controles.
Asimismo, Bukele cuestionó que los reclusos en Costa Rica tengan acceso a canales de noticias, sugiriendo que podrían limitarse a contenidos recreativos.
“Ellos tienen televisión y no tengo nada en contra, pero tener acceso a los noticieros les da acceso a lo que está sucediendo afuera”, explicó, insinuando que esta medida podría “regular sus derechos” sin infringirlos.
El presidente Chaves, quien acompañó a Bukele en la visita, se refirió al mandatario salvadoreño como “maestro” y “profesor”, y expresó su agradecimiento por lo que calificó como una “cátedra magistral”.
Chaves elogió el enfoque de Bukele en seguridad, destacando la capacidad de El Salvador para construir una megacárcel con capacidad para 40,000 reclusos por un costo de poco más de $100 millones, en contraste con los costos de construcción en Costa Rica, donde una prisión de menor capacidad costaría cifras similares.
“Presidente Bukele, maestro y profesor en estos temas, muchísimas gracias por lo que nos ha dicho y nos ha enseñado, in situ, sobre cómo arreglar una sociedad”, expresó Chaves, quien se mostró abierto a implementar ciertas medidas inspiradas en el modelo salvadoreño.
En una conferencia de prensa posterior, Chaves cuestionó nuevamente al Poder Judicial costarricense, así como el poder de los jueces de ejecución de la pena en el país, y criticó la falta de agilidad en la construcción de infraestructura penitenciaria.
Críticas y preocupación por la soberanía nacional
Las declaraciones de Bukele y la acogida favorable de sus recomendaciones por parte del presidente Chaves han despertado preocupación en sectores de la sociedad costarricense.
Varios analistas y expertos en seguridad han cuestionado el enfoque de “mano dura” de Bukele y su aplicabilidad en el contexto de Costa Rica, un país que, a diferencia de El Salvador, no tiene ejército y ha mantenido una política de seguridad enfocada en la prevención y el respeto a los derechos humanos.
Diversos grupos sociales han expresado su inquietud sobre el diagnóstico que Bukele se ha propuesto realizar y sobre la posible influencia de sus recomendaciones en el sistema costarricense.
Algunos, como los diputados en debate, consideran que aceptar este tipo de asesoramiento puede comprometer la autonomía de Costa Rica en temas de seguridad y justicia.
Asimismo, diputados de oposición y ex funcionarios de Fuerza Pública han señalado que las sugerencias del mandatario salvadoreño podrían representar una interferencia en asuntos de política interna.“
Costa Rica siempre ha sido un país respetuoso de su propia institucionalidad y de sus políticas en derechos humanos, por lo que una adopción de medidas represivas podría ser incompatible con nuestros principios”, declaró la bancada del Frente Amplio, quien instó a Chaves a mantener la independencia de Costa Rica en decisiones de seguridad.
Esta facción legislativa, y otros sectores de oposición a Chaves, no descartan demandar formalmente una respuesta de la Presidencia en torno a lo que ellos consideran “intromisión en los asuntos internos de Costa Rica en materia de seguridad pública” por parte de Bukele.
Las observaciones de Bukele surgen en un momento en que Costa Rica enfrenta un aumento en las tasas de criminalidad, lo cual ha motivado a algunos sectores a considerar reformas en las políticas de seguridad.
Sin embargo, las propuestas del presidente salvadoreño de restringir derechos a los reclusos y adoptar un sistema de control más rígido generan opiniones divididas en el país centroamericano.
La próxima publicación del diagnóstico que Bukele ha prometido podría avivar aún más el debate en Costa Rica sobre el futuro de su sistema penitenciario y su política de seguridad.