El canciller hondureño, Enrique Reina, repitió la versión que el gobierno ha mantenido durante meses: que retomarán las negociaciones con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para avanzar en la posible creación de la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH). Pero hasta ahora, la promesa de campaña de la presidenta Xiomara Castro es eso, sólo una promesa.
Reina aseguró que, a pesar de los desafíos, el Ejecutivo seguirá trabajando para lograr la implementación de esta comisión.
Castro cumplió ya 3 años y 2 meses en el poder y el montaje de la entidad ha quedado entre retrasos, burocracias, falta de voluntades y hasta olvidos.
“Vamos a seguir tratando que se logre la implementación de la CICIH; hay que tomar en cuenta los tiempos, y todo dependerá de la forma en que se logren las reformas necesarias”, expresó, sin embargo, el canciller.
El siguiente paso, detalló Reina, será la formalización del acuerdo, que será enviado al Congreso Nacional para su respectiva aprobación.

En relación a su futuro político, el canciller confirmó que presentará su renuncia al cargo dentro de los plazos establecidos por la ley, para enfocarse en la campaña presidencial de la exministra Rixi Moncada.
De acuerdo con la normativa vigente, los funcionarios que aspiran a un cargo de elección popular deben presentar su dimisión seis meses antes de las elecciones, por lo que Reina permanecerá en su puesto hasta finales de mayo de este año.
Relaciones con Estados Unidos y migración
El canciller hondureño insistió en la importancia de seguir promoviendo los programas de migración temporal con visas, así como la cooperación en la lucha contra la trata de personas y el tráfico de migrantes.
En cuanto al Estatus de Protección Temporal (TPS), Reina recordó que la decisión final sobre su extensión corresponde a las autoridades estadounidenses, pero reiteró que el Gobierno de Honduras continuará abogando por su renovación.
Finalmente, Enrique Reina informó que, en las últimas semanas, Honduras ha recibido siete vuelos militares con retornados y cerca de 12 vuelos civiles, manteniendo cifras similares en el proceso de repatriación de hondureños.