El cardenal guatemalteco Álvaro Ramazzini destacó el lunes el legado del papa Francisco y su profunda huella en América Latina, a la vez que lo recordó como un líder “sencillo, misericordioso y profundamente humano”.
“Su sonrisa y cercanía no deben olvidarse”, expresó al referirse al legado espiritual que deja el pontífice argentino, fallecido el lunes de Pascua en el Vaticano.
Ramazzini aseguró que la partida del santo padre representa una pérdida tanto personal como para toda la Iglesia. En 2019, Francisco lo nombró cardenal, un gesto que fortaleció su vínculo espiritual. “Le tenía cariño, pero me alegra saber que ya está en la vida eterna. Dios lo llamó en su momento”, reflexionó.
El purpurado guatemalteco confirmó que viajará a Roma para participar en los actos fúnebres y también en el cónclave donde se elegirá al nuevo Vicario de Cristo. Esta será la primera vez que el purpurado guatemalteco forme parte de esta histórica reunión del Colegio Cardenalicio, en la cual, además, todos los cardenales con derecho a voto pueden ser considerados para ser nombrados sumo pontífice.
El cardenal subrayó que el pontificado de Francisco dejó huella en temas clave para América Latina como la justicia social, la defensa de los migrantes y el cuidado de la creación. “La justicia social, el cuidado de la creación y los migrantes marcaron su papado”, enfatizó.
Destacó también la forma en que el papa Francisco reformó la manera de ejercer el papado, sin romper con la tradición doctrinal de la Iglesia. “Transformó la forma de ejercer el papado” y “recibía a los obispos con un ambiente familiar y cercano, sin solemnidades”, dijo Ramazzini, quien compartió varias reuniones con el líder religioso.
Uno de los aspectos que más lo marcaron fue la humildad con la que vivía el pontífice. Rechazó los lujos del Vaticano y optó por alojarse en la residencia de Santa Marta, lejos del Palacio Apostólico. “Era austero, no usaba autos elegantes. Vivía con sencillez real”, recordó.
Ramazzini también resaltó la valentía del papa Francisco al hablar abiertamente sobre temas como el narcotráfico y los conflictos armados, temas sensibles en América Latina y otras regiones del mundo. Su capacidad de escuchar a las víctimas de abusos y ofrecer una pastoral abierta y compasiva lo distinguió.
Sobre el futuro, el cardenal llamó a los fieles a mantener vivas las enseñanzas del papa. “No debemos perder de vista las líneas pastorales que él nos dejó”, dijo, e instó a continuar con la defensa de la dignidad humana, los derechos de los migrantes y la lucha por la paz.
“Lo recordaremos con su sonrisa, cercanía al sufrimiento y compasión auténtica”, concluyó el cardenal guatemalteco, convencido de que el legado de Francisco trascenderá generaciones.