Mientras el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer en 2025, en Centroamérica persiste una realidad alarmante: el incremento de feminicidios y muertes violentas de mujeres.
La falta de acción efectiva por parte de las autoridades y la impunidad rampante agravan un problema que cobra vidas a diario.
Un panorama desolador
Las cifras revelan una tendencia preocupante. Durante 2024, al menos 1,047 mujeres fueron asesinadas en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras y Panamá.
En muchos casos, estos crímenes fueron tipificados como feminicidios, mientras que otros quedaron registrados como homicidios dolosos o muertes violentas sin una categoría clara.
Reconocemos la labor de @ONUMujeres en la promoción de los derechos y el empoderamiento de las mujeres a nivel global. Sigamos avanzando juntos hacia un mundo con más oportunidades para todas. 💜 #DíaInternacionalDeLaMujer pic.twitter.com/iPMDXASju4
— Cancillería de Panamá (@CancilleriaPma) March 8, 2025
Guatemala registró 576 muertes violentas de mujeres, un 15 % más que el año anterior. En Nicaragua, los casos pasaron de 52 en 2023 a 72 en 2024. Costa Rica documentó 81 homicidios dolosos de mujeres, 30 de los cuales fueron clasificados como feminicidios.
Panamá, por su parte, informó un aumento del 53 % en feminicidios, con 23 casos confirmados.
Honduras sigue siendo uno de los países más afectados, con 231 asesinatos de mujeres en 2024 y al menos 48 casos adicionales en lo que va de 2025.
En El Salvador, se registraron 38 feminicidios según la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa).
Impunidad: el enemigo silencioso
Más allá de las cifras, el problema radica en la falta de justicia. En Honduras, el 96 % de los casos de asesinatos de mujeres quedan impunes, según Wendy Cruz, de la organización Vía Campesina.
👉 Hace 30 años, el mundo se comprometió con la igualdad #PorYParaTodas las mujeres y niñas. Hoy, seguimos luchando para que esa promesa se cumpla. 💜 Derechos, igualdad y autonomía. ⏳ pic.twitter.com/asH4uVARdL
— ONU Mujeres (@ONUMujeres) March 8, 2025
En Guatemala, el centro de investigación Diálogos denuncia que el 95 % de las denuncias por violencia contra la mujer son desestimadas o quedan estancadas en el sistema judicial.
Costa Rica enfrenta una crisis institucional que afecta la lucha contra la violencia de género. La reducción de presupuesto para programas de protección y el avance del narcotráfico han creado un ambiente hostil para las mujeres, según denunció el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil) ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En Panamá, de las 23,032 denuncias por violencia doméstica y maltrato infantil presentadas en 2023, 19.203 fueron archivadas, evidenciando un sistema judicial ineficaz, según la directora legal de la Fundación Todas Somos, Dayana Bernal.
Nicaragua, por su parte, mantiene una legislación restrictiva que sólo reconoce como feminicidio aquellos casos en los que hubo una relación sentimental entre víctima y victimario, lo que deja fuera de la tipificación muchos crímenes de odio contra mujeres.
Urge un cambio
A pesar de las leyes existentes y de las penas que van desde 20 hasta 50 años de prisión en algunos países, las cifras de feminicidios no disminuyen.
La falta de voluntad política, el debilitamiento de las instituciones y la normalización de la violencia siguen dejando en la indefensión a miles de mujeres.
Las organizaciones feministas y defensoras de derechos humanos insisten en la necesidad de reformar el sistema judicial, fortalecer los programas de protección y fomentar una cultura de respeto y equidad para frenar esta epidemia de violencia. Sin acción inmediata, las cifras seguirán en ascenso, dejando en evidencia que la lucha por la seguridad de las mujeres en Centroamérica sigue siendo una deuda pendiente.
Con información de EFE