Coacusado junto a expresidente hondureño se declara culpable de narcotráfico antes de juicio en EEUU

Mauricio Hernández Pineda, exoficial de la policía depurado en 2018 y primo del expresidente Juan Orlando Hernández, prefirió decir que es culpable de narcotráfico para evitar estar sentado en el banquillo en el juicio.

El expolicía hondureño Mauricio Hernández Pineda, coacusado en Estados Unidos junto al expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández, se declaró este viernes culpable de narcotráfico, evitando así sentarse en el banquillo del juicio, cuyo inicio está previsto el 12 de febrero.

Según un documento judicial fechado este viernes, Hernández Pineda se presentó en el tribunal federal sur de Nueva York para declararse culpable de narcotráfico, tras lo que parece un acuerdo con la fiscalía que también lo acusaba de dos cargos de posesión y tráfico de armas.

El 2 de mayo se anunciará su sentencia, que podría verse reducida por esta decisión.

Hernández Pineda iba a sentarse en el banquillo a partir del 12 de febrero junto con el expresidente hondureño, del que es primo, y el exjefe de la policía de Honduras Juan Carlos “Tigre” Bonilla, ambos acusados también de narcotráfico y de posesión y tráfico de armas, que les podrían valer cadena perpetua.

La decisión de Hernández Pineda pone presión a los otros dos coacusados.

El 26 de enero, el abogado del expresidente, Renato C. Stabile, que se sumó recientemente al equipo de la defensa debido a la enfermedad del titular Raymond Colon, pidió al juez que retrasara el juicio de nuevo ante la ingente cantidad de material de la causa.

Además, solicitó que separara los tres casos, ya que Bonilla tenía la intención de declarar en contra de los otros dos coacusados.

“La separación se justifica porque el Sr. Bonilla no pretende simplemente ofrecer una ‘defensa antagónica'”, sino que pretende “ir un paso más allá convirtiéndose en un segundo fiscal en el juicio”, rezaba el escrito del abogado de JOH, como es conocido en su país el exmandatario.

Juan Orlando Hernández, de 55 años que fue presidente de Honduras entre 2014 y 2022, fue extraditado a Nueva York en abril de 2022 acusado de enviar al menos 500 toneladas de cocaína a Estados Unidos, entre 2004 y 2022.

De ser declarado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua, como lo fue su hermano Juan Antonio “Tony” Hernández, en 2021, y el colaborador de éste, Geovanny Fuentes.

Otros condenados por narcotráfico en Estados Unidos son Fabio Lobo, hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo (2010-2014), con una pena de 24 años de cárcel; y el exdiputado de ese país Fredy Renán Nájera, quien recibió 30 años acusado también de tráfico armas.

Desde 2014, el país centroamericano ha extraditado a Estados Unidos a 38 personas acusadas de narcotráfico.

Las autoridades suelen recordar que están decididas “a desbaratar todo el ecosistema de las redes de tráfico de droga que dañan a los estadounidenses”. (AFP)

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