El congresista demócrata Jim McGovern envió una enérgica carta al presidente Joe Biden y al secretario de Estado, Antony Blinken, instando a tomar medidas inmediatas y contundentes contra la creciente represión en Nicaragua encabezada por los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La preocupación central de la carta de McGovern es la reciente confiscación gubernamental del campus de la Universidad Centroamericana (UCA), en Managua, dirigida por jesuitas.
Este acto, denunciado por McGovern como un grave atentado a la libertad de pensamiento y religión, ha llevado al cierre de la universidad, privando a miles de estudiantes de su educación.
“La UCA, fundada en 1960, había sido un bastión de resistencia contra el régimen de Ortega y Murillo, brindando apoyo a las protestas que exigían un cambio de liderazgo en el país. Esta valentía le ha valido ser blanco de ataques por parte del gobierno, que la ha acusado sin fundamentos de actividades terroristas”, dice McGovern, quien firma la carta junto a ocho miembros más del Congreso.
El congresista también hace hincapié en la campaña sistemática contra la Iglesia católica en Nicaragua, que incluye la confiscación de bienes de instituciones religiosas y la persecución de líderes eclesiásticos.
“Esta ola de represión se enmarca en un patrón más amplio de violaciones a los derechos humanos y la represión de la sociedad civil, especialmente desde las protestas de 2018”, señala el político estadounidense.
McGovern señala que reconoce y valora las acciones tomadas por la Administración Biden hasta la fecha, incluyendo la liberación de presos políticos y la imposición de sanciones de visado. Sin embargo, insiste en la necesidad de medidas adicionales en respuesta a la incautación y cierre de la UCA.
Entre las medidas propuestas se encuentra la asignación de recursos y asistencia técnica para que los estudiantes de la UCA puedan continuar sus estudios en otras instituciones de la región.
También se insta a facilitar la concesión de visas de estudiante para aquellos que tengan la oportunidad de estudiar en instituciones estadounidenses.
El congresista también expresa preocupación por la seguridad de los sacerdotes jesuitas expulsados de sus hogares y el bienestar del personal docente y administrativo afectado por estos actos.
Asimismo, insta al Departamento de Estado a llevar a cabo un análisis exhaustivo de la base legal para la incautación de la UCA, para estar preparados en caso de impugnaciones de derechos humanos.
La carta concluye con un llamado a establecer una coordinación diplomática con el Vaticano y a aplicar sanciones a los responsables de la incautación y cierre de la UCA y otras universidades nicaragüenses.
El congresista McGovern hace un llamado urgente a la administración Biden “para que actúe de manera decisiva en defensa de la libertad y los derechos humanos en Nicaragua, y para que se solidarice con la UCA y las instituciones afectadas por la represión del régimen de Ortega y Murillo”.