La situación de inseguridad que azota a Costa Rica se refleja en las estadísticas de sus autoridades, atónitas ante la inédita ola de violencia: unas 300 bandas criminales operan en el país.
Así lo denunció el fiscal general de la República, Carlo Díaz Sánchez, quien achaca a esas organizaciones del crimen organizado los casi 700 homicidios que se reportan a este mes de octubre en Costa Rica.
Según el fiscal, el promedio de homicidios este año es de 2.5 por día y las proyecciones a fin de año son de más de 900 casos.
Un reporte de estadísticas del Ministerio Público señala que en promedio anual se reportan 200,000 casos, de los cuales:
9 mil son delitos contra la vida
2.500 son expedientes relacionados a delitos por drogas
2.400 son casos por portación de armas
La Fiscalía alega que necesita 292 plazas para enfrentar la demanda de justicia. De igual modo el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) requiere 1.073 agentes para enfrentar el crecimiento del crimen organizado.
Esta organización reportó que en Costa Rica operan miembros del cartel de Sinaloa, del cartel Jalisco Nueva Generación y del cartel Clan del Golfo.
En septiembre pasado, el OIJ reportó que sólo en San José, la capital, hay más de 1,000 búnkeres de narcos que despachan cientos de sustancias ilícitas y generan millonarias ganancias diarias que inyectan capital a la economía.
Según el OIJ, San José es el lugar del país con más puntos de ventas de drogas al menudeo.
“Estas son las conocidas plazas de venta de los grupos criminales, por las que viven en constante guerra, misma que deja decenas de muertes cada semana en nuestro país”, advirtió el OIJ.