Costa Rica llegó este miércoles a los 900 homicidios en este año, confirmó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), una tenebrosa cifra de récord para el país que por décadas fue el modelo a seguir en Centroamérica.
El director del OIJ, Randall Zúñiga, indicó que cuando en febrero comenzaron a observar los patrones de violencia y las proyecciones para 2023, las cuales apuntaban a un incremento desproporcional en los crímenes, ahí se encendieron las alarmas de acción.
Según el funcionario la proyección era acabar el año entre 850 y 900 homicidios.
Según él, realizan las estrategias para frenar la creciente criminalidad, sin embargo las medidas no están funcionando.
De las 7 provincias costarricenses, la capital San José encabeza la lista de asesinatos, con 218, seguida por Limón, con 213 y Puntarenas con 148, mientras que Heredia es la que menos registra con 47.
La oleada de homicidios es consecuencia de los múltiples cárteles que operan en el país.
En los planteamientos para afrontar la problemática han surgido desavenencias entre el presidente Rodrigo Chaves y el legislativo y el judicial.
El año pasado Costa Rica cerró con 654 asesinatos, hasta entonces el récord de muertes violentas.