Las autoridades de Costa Rica confiscaron 2.024 kilos de marihuana y 485 kilos de cocaína en un operativo naval en aguas del Pacífico, según informó el Ministerio de Seguridad, Mario Zamora.
La embarcación, tripulada por dos costarricenses y un nicaragüense, fue interceptada a 163 kilómetros del Golfo Dulce.
El Servicio Nacional de Guardacostas de Costa Rica, en colaboración con un avión estadounidense, identificó y detuvo la lancha rápida de 10,97 metros de largo, sin matrícula ni nombre. La nave estaba equipada con tres motores fuera de borda de 200 caballos de fuerza cada uno.
El capitán de la lancha, un costarricense de apellido Irías de 47 años, cuenta con antecedentes judiciales por transporte de drogas en 2019. Junto a él viajaban su hermano, de 31 años y sin antecedentes penales, y un nicaragüense de apellido Membreño, de 23 años, con estatus migratorio irregular.
El Ministerio de Seguridad confirmó que los detenidos y el cargamento fueron trasladados a Puerto Golfito.
Zamora señaló que el cargamento de cocaína podría alcanzar un valor de 2 millones de dólares en el mercado ilegal. Además, indicó que se sospecha que la marihuana proviene de Colombia y estaba destinada al mercado local costarricense.
“Este tipo de cargamentos intensifican la lucha entre bandas narcotraficantes locales, incrementando la violencia y los homicidios en el país”, explicó Zamora.
Costa Rica ha visto un aumento en el tráfico de drogas y la violencia relacionada en los últimos años.
En 2024, las autoridades han decomisado un total de 4,8 toneladas de cocaína y 4,5 toneladas de marihuana.
El narcotráfico ha sido un factor significativo en el incremento de homicidios en el país, con un 60% de los asesinatos atribuidos a ajustes de cuentas entre bandas del crimen organizado, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
En lo que va del año, Costa Rica ha registrado 352 homicidios hasta el 27 de mayo, comparado con los 366 en la misma fecha de 2023. El año pasado fue el más violento en la historia del país, con un total de 907 homicidios, un aumento del 38,6% respecto a los 654 de 2022.
Costa Rica, aunque no es un gran productor de drogas, se ha convertido en un punto estratégico para el tránsito de sustancias ilícitas debido a su ubicación geográfica.
La cooperación con Estados Unidos y otros países es vital para enfrentar este desafío, pero el país sigue luchando contra las repercusiones sociales y de seguridad del narcotráfico.