Costa Rica podría cerrar el 2024 con tantos homicidios como en 2023

La violencia vuelve a marcar al que fue el país más pacífico de Centroamérica y la ola de asesinatos se mantiene imparable.

Otra vez Costa Rica enfrenta un año sombrío en su historia reciente al registrar 846 homicidios al 16 de diciembre de 2024, un número que se aproxima peligrosamente al récord histórico de 907 asesinatos alcanzado en 2023.

Las autoridades judiciales proyectan que el país cerrará el año con entre 865 y 875 asesinatos, manteniendo a Costa Rica en cifras críticas por segundo año consecutivo.

El repunte en los asesinatos durante los últimos días en Limón, San José, Cartago y Puntarenas, con múltiples casos de acribillamientos en las vías públicas, ha puesto en jaque las expectativas de una reducción de hasta el 10 % en los homicidios que proyectaban el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y expertos en seguridad a inicios de diciembre.

Crimen organizado, el motor del derramamiento de sangre

De acuerdo con las estadísticas del OIJ, 531 homicidios, más del 60 % del total, están relacionados con ajustes de cuentas por el control de rutas y puertos de distribución de drogas, especialmente en la región caribeña de Limón y los principales centros urbanos.

Las armas de fuego siguen siendo las principales herramientas de muerte, utilizadas en 651 asesinatos.

La mayor parte de las víctimas son hombres jóvenes entre 18 y 29 años, seguidos por personas de entre 30 y 39 años. 776 hombres y 70 mujeres han perdido la vida este año por homicidios en un contexto de violencia que afecta tanto a comunidades rurales como urbanas.

La respuesta de las autoridades

Michael Soto, subdirector del OIJ, reconoció el esfuerzo de las fuerzas de seguridad por contener la violencia, señalando que los operativos en Limón y Puntarenas han logrado desarticular varios grupos criminales.

Sin embargo, admitió que el impacto ha sido insuficiente para revertir la tendencia al alza.

“Proyectábamos una disminución de hasta un 4 % en comparación con 2023, pero los eventos recientes muestran lo difícil que es contener la dinámica del crimen organizado”, afirmó Soto.

Impacto social y económico

La violencia homicida está erosionando la calidad de vida de los costarricenses y generando preocupación entre los sectores económicos. El turismo, una de las principales fuentes de ingresos del país, podría sufrir graves consecuencias.

El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió recientemente una alerta de viaje de nivel dos para Costa Rica, citando delitos menores y violentos como robos armados, homicidios y agresiones sexuales.

En la advertencia, se recomendó a los turistas evitar caminar solos por zonas oscuras, no resistirse a intentos de robo y abstenerse de portar objetos de valor.

Un futuro incierto

A dos semanas de finalizar el año, Costa Rica se enfrenta a un panorama desalentador, en el que la violencia, impulsada por el narcotráfico, sigue cobrando vidas y sembrando temor en la población.

Con la sombra del récord de homicidios de 2023 aún fresca, el país lucha por encontrar soluciones a una crisis que amenaza con convertirse en estructural y cuyas consecuencias podrían ser devastadoras para su estabilidad social y económica.

La pregunta que persiste es si el 2025 traerá un cambio real o si Costa Rica continuará siendo rehén de la violencia como lo fue en 2023 y lo siguió siendo en el año en curso.

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