Desde que Rodrigo Chaves asumió la presidencia de Costa Rica en mayo de 2022, el país ha experimentado un aumento sin precedentes en la violencia, con al menos 2,001 asesinatos registrados, según cifras del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Este periodo ha sido el más violento en la historia reciente del país, con un homicidio cada 10 horas en promedio.
El año 2022 cerró con 656 homicidios, de los cuales 465 ocurrieron bajo el mandato de Chaves.
En 2023, las cifras aumentaron drásticamente, alcanzando los 907 asesinatos, lo que rompió todos los récords anteriores.
A falta de 3 meses para concluir el año 2024, ya se han contabilizado 629 homicidios, posicionando este año como otro de los más sangrientos de la historia costarricense.
Escenario de inseguridad sin precedentes
El aumento de la criminalidad en Costa Rica ha sido atribuido en gran parte a disputas entre grupos de narcotráfico, ajustes de cuentas y el control territorial de la venta de drogas.

Solo en el fin de semana de las fiestas patrias, se reportaron incidentes con 25 muertes, de las cuales 13 fueron asesinatos sospechosamente vinculados al crimen organizado y la guerra entre bandas de sicarios.
Este fenómeno ha transformado a Costa Rica, históricamente conocida por su estabilidad y baja criminalidad, en un país donde los homicidios se han disparado en los últimos años.
Antes de la administración de Chaves, el récord de homicidios se registró en 2017, con 603 asesinatos.
Sin embargo, las estadísticas actuales superan por mucho esas cifras, destacando un incremento sostenido en la violencia que no ha mostrado signos de reducirse.
Reacciones y respuesta del gobierno
En medio del incremento alarmante en la tasa de homicidios, el presidente Chaves ha sido criticado por su falta de una estrategia clara para combatir la inseguridad.
Rodrigo Chaves: “Ya es hora de mano más fuerte. El mejor testimonio de eso es el evento de ayer con la muerte trágica de una criatura inocente”. Noticias Columbia consultó al presidente de la República sobre la situación de violencia que atraviesa Costa Rica. pic.twitter.com/wGZ0BS0eTy
— Noticias Columbia 98.7 FM (@WebColumbia) August 27, 2024
En varias ocasiones, ha evadido responsabilidades, argumentando que las políticas de seguridad tardan en mostrar resultados y achacando a los otros poderes del Estado falta de apoyo a sus propuestas.
El mandatario también ha atribuido la ola de violencia a las administraciones anteriores, afirmando que los efectos de su gestión comenzarán a ser visibles en el futuro.
Las autoridades judiciales, por su parte, han reconocido la gravedad de la situación.
Randall Zúñiga, director del OIJ, advirtió que, de continuar la tendencia actual, el país podría cerrar el año 2024 con cifras similares a las de 2023, rondando los 900 homicidios, 25 casos más o 25 casos menos.
Preocupación ciudadana
Según encuestas recientes del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), la inseguridad se ha convertido en la principal preocupación de los costarricenses desde abril de 2023.
Un 60 % de los ciudadanos expresa poca o ninguna confianza en la capacidad del gobierno para resolver la creciente crisis de violencia.
El aumento en los asesinatos no solo afecta a las principales zonas urbanas como San José, Limón y Puntarenas, sino que también ha alcanzado niveles alarmantes en todo el país.
Las autoridades informan que la mayoría de los crímenes están relacionados con el crimen organizado, con un 60 % atribuido a ajustes de cuentas entre bandas al servicio de los carteles mexicanos y colombianos asentados en el país.
A pesar de las promesas iniciales del presidente Chaves de reducir la violencia, las cifras de homicidios continúan en ascenso, dejando al país en una situación crítica de inseguridad.