El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica contabiliza más de 600 homicidios en lo que va de 2024, cifra que refleja una leve disminución de más de 20 asesinatos en comparación con el mismo periodo de 2023.
No obstante, el país ya ha superado los registros de 2021 y se acerca a los niveles de 2022, cuando se reportaron 656 homicidios.
Gustavo Mata, exministro de Seguridad Pública, advirtió que el crimen organizado ha perdido el respeto a la autoridad, lo que mantiene las cifras de violencia alarmantemente altas.
Mata pronosticó que, a menos de que se implemente una estrategia clara respaldada por reformas legales, los homicidios en 2024 podrían acercarse a los 900, similar a lo ocurrido en 2023.
Rodrigo Chaves: “Ya es hora de mano más fuerte. El mejor testimonio de eso es el evento de ayer con la muerte trágica de una criatura inocente”. Noticias Columbia consultó al presidente de la República sobre la situación de violencia que atraviesa Costa Rica. pic.twitter.com/wGZ0BS0eTy
— Noticias Columbia 98.7 FM (@WebColumbia) August 27, 2024
“La situación de seguridad en Costa Rica se ha deteriorado porque los narcotraficantes se adaptan rápidamente a las condiciones del país y han encontrado un terreno fértil para operar sin mayores obstáculos”, señaló Mata.
Según el experto, esta escalada de violencia impacta gravemente el estilo de vida en el país, alterando la percepción de seguridad de la ciudadanía y generando una sensación de impunidad.
En los últimos años, Costa Rica ha experimentado un aumento en la presencia del crimen organizado, especialmente vinculado al narcotráfico.
Aunque las autoridades han intensificado los operativos, la falta de una respuesta integral y de reformas estructurales ha permitido que estas organizaciones se fortalezcan.
Este contexto ha generado preocupación en diversos sectores, que piden un enfoque más riguroso para enfrentar la violencia.
Mientras tanto, los ciudadanos perciben un ambiente de inseguridad que se ha visto reflejado en el día a día, afectando no solo la percepción de paz del país, sino también su economía y turismo.
Costa Rica, históricamente conocida por su estabilidad y paz en la región centroamericana, enfrenta ahora el reto de contener la creciente ola de violencia.