La Federación Internacional de la Cruz Roja (IFRC) expresó el jueces estar “profundamente preocupada” por la decisión del régimen de Daniel Ortega de disolver la filial del país centroamericano y confiscar sus bienes, tras acusarla de violar la neutralidad en las protestas de 2018.
“La IFRC está profundamente preocupada por la disolución de nuestra Sociedad Nacional miembro, la Cruz Roja Nicaragüense. Esta situación podría poner en riesgo actividades humanitarias muy necesarias en el país, así como el trabajo del personal y el voluntariado”, expresó la entidad en un escueto comunicado.
La Cruz Roja internacional aseguró que “en este momento, estamos monitoreando de cerca la situación y evaluando la mejor manera de proceder. A partir de los resultados de ese análisis, informaremos sobre nuestros próximos pasos”.
La dictadura de Ortega, a través de la Asamblea Nacional, derogó el miércoles por ley a la Cruz Roja nicaragüense, ordenó la confiscación de sus bienes y la creación de una nueva entidad bajo control del Ministerio de Salud, como castigo por haber atendido a las víctimas de la represión de la dictadura de Daniel Ortega durante las protestas de 2018.
Durante las protestas de 2018, las fuerzas de seguridad de la dictadura y paramilitares del Frente Sandinista dispararon contra la población civil, hiriendo y asesinando manifestantes, que eran trasladados por ambulancias del a Cruz Roja a hospitales, donde muchas veces les negaron atención médica por órdenes del ministerio de Salud.
El artículo 3 de la ley ordena que todo el patrimonio, bienes y acciones de la Asociación nacional Cruz Roja Nicaragüense pasarán a ser propiedad del estado y serán administrados por la Cruz Roja Nicaragüense, ente descentralizado adscrito al Ministerio de Salud.