La gastronomía centroamericana es una de las más exquisitas del continente americano, pues encontramos una diversidad platos incomparables que guardan el secreto del arte culinario de sus antepasados, muchísimos hechos a base de maíz.
Además de contar con otros con buena sazón, encuentras el pescado seco, sopa de pascua o la sopa de queso, cada caso con su toque particular y de tradición en la celebración de la Semana Santa.
La comida centroamericana tiene sus secretos marcados en sus culturas indígenas prehispánicas. A lo largo del territorio encuentras alimentos elaborados a base de maíz y cacao, como herencia ancestral. Por otro lado, producto de la colonización española se posicionó el uso del trigo y el arroz, las cuales se asientan en todos los hogares del istmo, casi como una ley.
Por ejemplo, el arroz básicamente se encuentra en la dieta diaria de las familias centroamericanas, inclusive usado para otros alimentos como el tamal y empanadas en Guatemala, El Salvador y Honduras. El delicioso tamal pisque. O el nacatamal, que hace uso del maíz y el arroz, más otros ingredientes en Nicaragua y Honduras, así como el Pinto en Costa Rica o el Gallo pinto en Nicaragua, que es una mezcla de arroz con frijoles, los cuales no faltan jamás en las mesas del desayuno. O el exquisito postre arroz con leche, que es una mezcla que lleva leche, dulce y canela. También encuentras la chicheme, una bebida elaborada a base de maíz en Panamá.
En Semana Santa otro de los alimentos tradicionales de vieja data es la llamada sopa de queso, sopa de pascua o de capirotadas, sopa y rosquilla de queso, crema de chile de queso y las encuentras con estas definiciones en todo el istmo.
Por otro lado, una de las tradiciones imperecederas que son de obligación probar en Semana Santa son las afrodisíacas ornadas, que son elaboradas a base de maíz, cuajada, crema o mantequilla, hablamos de las rosquillas, empanadas, perrerreques, bollos dulces, abuelitas, las cuales son un manjar en las casas centroamericanas. Con una buena taza de café caliente y este alimento, es algo que te hará plantearte regresar a los países de Centroamérica.
Otro de los manjares que encuentras es el tradicional almíbar o mango, jocote en miel, hechas con dulce y estas dos frutas tropicales. Este también, es uno de los platos que no falta nunca en semana santa, y es una especie de postre. Además, están las torrejas y los riquísimos buñuelos, hechos a base de yuca con queso.
Para acompañar estos alimentos puedes optar por las tradicionales bebidas de la semana santa, como el pinol o el pinolillo, una bebida milenaria hecha a base de maíz, cacao y canela que preparan en Nicaragua y se bebe fría o caliente, también la puedes mezclar con leche.
En Guatemala, encuentras el maravilloso fresco de Suchiles, una bebida fermentada que se elabora a base de jocotes, panela, anís, jengibre y cáscara de piña. También en Honduras y El Salvador podrás probar el delicioso atol de elote, una bebida milenaria.