Denuncian que continúa represión, torturas y violencia contra los reos políticos de Nicaragua

El horror de cada día no cesa en Nicaragua bajo la dictadura de la familia Ortega-Murillo.

Foto tomada de La Prensa.

El grupo de reflexión de excarcelados políticos en Nicaragua denunció que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo continúa con prácticas deshumanizantes y degradantes hacia los prisioneros políticos que demandaban el fin del maltrato en las cárceles sandinistas. 

Esta acusación se suma a las continuas violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad que han caracterizado a la administración Ortega-Murillo desde su ascenso al poder en 2007.

Según el informe del grupo, varios reos políticos alojados en las galerías 16 y 17 de la cárcel Modelo fueron sometidos a represalias tras demandar condiciones básicas como el acceso a libros, materiales de escritura y mejoras en la alimentación.

En respuesta a estas protestas pacíficas, desde el 1 de diciembre, al menos 7 presos fueron violentamente trasladados a La 300, un sector de máxima seguridad conocido por sus condiciones infrahumanas: celdas pequeñas, escasa iluminación y extrema vigilancia, incluyendo cámaras de seguridad dentro de las celdas.

Entre los presos afectados se encuentran Abdul Montoya, de 64 años; Sergio Castilblanco, de 37; y Sebastián Bermúdez, de 61, junto a otros 4 reos de conciencia.

Este trato severo implica la negación de visitas, llamadas, paseos y un aislamiento total, violando su derecho a la privacidad y a condiciones dignas de reclusión. Además, se reporta la negación de medicamentos esenciales, restricciones en el suministro de agua y alimentos, intensificando su sufrimiento.

La situación de estos presos políticos en Nicaragua es particularmente alarmante en el contexto de la conmemoración de los 75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Mientras el mundo celebra este hito fundamental, la dictadura Ortega-Murillo parece desafiar abiertamente estos principios universales, perpetuando un permanente régimen de terror y abuso.

“A 75 años de la aprobación por la Asamblea General de las Naciones Unidas, de la declaración universal de los derechos humanos, la dictadura Ortega-Murillo se burla de los mismos continuando y profundizando su sistemática violación de los derechos ciudadanos nicaragüenses y como cavernícolas pretenden resolver su sed de poder y enriquecimiento ilícito, por los procedimientos más crueles, al trompón, la patada, el irrespeto y la tortura”, dice la nota de prensa.

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