La dictadura de Nicaragua, en un tono diplomático desafiante, negó las denuncias de Israel sobre el uso del territorio nicaragüense como plataforma de organizaciones terroristas iraníes y palestinas.
La reciente respuesta de la dictadura de Nicaragua, insistente en buscar controversia con Israel, no causó asombro, considerando que es aliada de algunos de los regímenes más autoritarios del mundo, como China, Rusia, Irán y Corea del Norte.
Según los servicios de inteligencia israelíes, entre los más respetados y eficaces del planeta, terroristas como Hezbolá y Hamas estarían utilizando territorio nicaragüense como base operativa para actividades desestabilizadoras en la región.
Nicaragua, bajo el control absoluto de Daniel Ortega y Rosario Murillo, dirigió su comunicado a Naciones Unidas, con una postura de tono desafiante y evasivo, negando categóricamente las acusaciones y, en su lugar, lanzando una retórica incendiaria contra Israel.
En el documento, los dictadores de Nicaragua acusan a Israel de intentar desviar la atención de lo que denomina “genocidio” en Gaza y se escuda en su ruptura de relaciones diplomáticas con Israel como muestra de su “compromiso” con el derecho internacional.
Tal “compromiso”, sin embargo, no se traslada a Ucrania, donde los rusos desatan una guerra de invasión que ya lleva más de 2 años.
Mientras el régimen de Ortega intenta posicionarse como defensor de la legalidad internacional, sus estrechos lazos con Irán, un patrocinador clave de Hezbolá, generan serias dudas sobre la veracidad de sus declaraciones.
No es la primera vez que Nicaragua utiliza su discurso de “soberanía” para desviar la atención de asuntos delicados que involucran actividades ilícitas o cuestionables en su territorio.
El hecho de que Nicaragua niegue categóricamente la presencia de terroristas en su suelo no despeja la incertidumbre.
La influencia que Irán, un aliado cercano de Nicaragua, ejerce sobre grupos como Hezbolá y Hamas, añade peso a las preocupaciones de Israel.
Todo ello en un contexto donde Nicaragua ha establecido una compleja red de tráficos de migrantes de todas partes del mundo para facilitarles, a cambio de dinero, su acceso a Estados Unidos.