Dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua se pasean libres en cumbre UE-Celac

La cumbre de las expectativas inició este lunes en Bruselas. Las dictaduras latinoamericanas, entre ellas la de Nicaragua, participan del encuentro.

Las puertas están abiertas para los gobiernos latinoamericanos en Bruselas, capital de Bélgica, para el inicio de la Cumbre Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (UE-Celac), a realizarse entre este 17 y 18 de julio.

Sin embargo, por la alfombra también caminan regímenes dictatoriales de izquierda como Cuba, Nicaragua y Venezuela, que ya empezaron a marcar agenda con el rechazo a la presencia del presidente ucraniano Vlodomir Zelenski en el foro.

La UE es una asociación económica y política formada por 27 países de Europa y la Celac es un espacio intergubernamental para el diálogo y el acuerdo político, que incluye permanentemente 33 países de América Latina y el Caribe, entre estos Nicaragua, Cuba y Venezuela, gobernados por dictaduras puras y duras.

Este encuentro no ocurría desde hace 8 años y está cargado de expectativas sobre acuerdos en materia climática, económica y de seguridad.

Sin embargo, la tensión entre algunos de los participantes es latente: ¿Qué marcará el rumbo de las conversaciones? 

La agenda prevista está centrada en crear alianzas para responder al cambio climático, a los desafíos económicos y de seguridad, y a la transición energética.

Para el Consejo Europeo, presidido por España, se trata de un “hito político clave”. 

Uno de los objetivos oficiales de la Cumbre UE-Celac es la elaboración de la Agenda de Inversión de Global Gateway UE-ALC, que representa el compromiso político para trabajar conjuntamente en América Latina y el Caribe (ALC).

Global Gateway es la oferta global de inversión de la UE a sus países socios para impulsar conexiones inteligentes, limpias y seguras en el sector digital, energético y de transportes y reforzar los sistemas de sanidad, educación e investigación.

Pero también está el tema de Ucrania y los europeos buscan enfocar el tema hacia ese conflicto, bajo el rechazo de países aliados de Rusia.

Mientras la UE espera incluirla en el texto de conclusiones, una fuente diplomática sudamericana dijo a AFP que el organismo debería entender la diversidad de posiciones de los países latinoamericanos y caribeños. 

El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, denunció la “falta de transparencia y la conducta manipuladora” de la UE. A su declaración se sumó la Cancillería de Venezuela, añadiendo que “la decisión de la UE de imponer su propio formato” a la cumbre pone en riesgo las negociaciones.

También, se espera que el encuentro pueda contribuir a solventar las discrepancias entre la UE y el Mercosur respecto a las condiciones del acuerdo comercial, particularmente en materia de cuidado del medioambiente.

Mientras, los europeos podrían aprovechar la reunión para remarcar los abusos a los derechos humanos en países invitados.

El Parlamento Europeo denunció la semana pasada “violaciones y abusos sistemáticos de los derechos humanos en Cuba”, y demandó sanciones para el presidente Miguel Díaz-Canel.

El organismo llama a Cuba a liberar a los manifestantes encarcelados desde el 11 de julio de 2021, y pide a las autoridades cubanas la autorización para que una delegación europea y de ONG independientes puedan observar los juicios de “particulares que siguen detenidos por ejercer su derecho a la libertad de expresión y de reunión”. 

Para los eurodiputados, la cumbre representa la ocasión de “defender los principios del Estado de Derecho”, y opinan que los regímenes autocráticos no deben participar en la misma. 

La respuesta de Cuba llegó el mismo día en un comunicado. “El Parlamento Europeo carece de autoridad moral, política y jurídica para juzgar a Cuba”, declaró la Asamblea Nacional del Poder Popular. Además, rechaza “enérgicamente” la resolución del Parlamento y acusa la sanción de “injerencista” y difamatoria. 

Miguel Díaz-Canel visitó Portugal el viernes, invitado por el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, antes de dirigirse hacia Bruselas. En Twitter, mostró una actitud conciliadora. 

“Luego, participaremos en la Cumbre Celac-UE. #Cuba, que considera a la Celac como voz unitaria de América Latina y el Caribe, irá a esa cita con un espíritu constructivo y ayudará a fortalecer las relaciones entre ambos bloques regionales, sobre bases de igualdad y respeto”, decía en su cuenta de Twitter.

Altas expectativas de los defensores de derechos humanos en Nicaragua

Un grupo de 160 perseguidos políticos del Gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua dirigió una carta al canciller colombiano Álvaro Leyva, llamando a la toma de acciones frente a la crisis humanitaria que atraviesa el país. 

Colombia ya ha sido elegida como la próxima en turno para presidir la Celac. La carta ha sido suscrita por 29 organizaciones, nacionales e internacionales, defensoras de derechos humanos.

Los intelectuales y periodistas nicaragüenses, entre ellos la novelista Gioconda Belli y el antiguo vicepresidente Sergio Ramírez, piden a los jefes de Estado latinoamericanos y europeos la creación de un ‘Grupo de Amigos del Pueblo Nicaragüense’ “para contribuir a una transición democrática”, según el documento al que tuvo acceso del medio español El País. 

Por su parte, Amnistía Internacional también dirigió el jueves una carta abierta a los integrantes de la cumbre. “Con sus múltiples y complejos desafíos para los derechos humanos, éste es un momento crítico para Latinoamérica y el Caribe. (…) Esta cumbre es la oportunidad de hacer un cambio significativo. Los líderes y lideresas de la región deben trabajar con sus homólogos europeos para buscar soluciones”, declaró Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de la organización.

Nicaragua y la Unión Europea recién están superando un impasse tras la expulsión y declaración de non gratos de sus correspondientes embajadoras a finales de 2022, situación que se dio tras la reiterada demanda de la UE al régimen de Daniel Ortega, para que busque una salida cívica y democrática a la crisis política que vive el país desde 2018.

Las relaciones diplomáticas entre el bloque europeo y Nicaragua también se han quebrantado por las sanciones de la UE a funcionarios y familiares de Ortega, que incluyen a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, por las violaciones de derechos humanos que se cometen en el país, persecución y encarcelamiento de opositores y críticos, incluso sacerdotes de la Iglesia católica, entre estos el emblemático caso del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, condenado a 26 años de prisión.

De cara al encuentro regional, Rosario Murillo anunció de forma repentina el 13 de julio que Nicaragua otorgó el beneplácito al embajador de la UE, Fernando Ponz Cantó, el mismo a quien el régimen le negó el plácet en abril pasado, debido a las tensiones diplomáticas con el organismo europeo.

A la vez, Murillo informó que la UE le otorgó el beneplácito al embajador nicaragüense, César Augusto Castañeda Lacayo, quien también cumplirá esa misma función ante Bélgica, precisamente donde se realizará la Cumbre UE-Celac.

Al día siguiente, Murillo confirmó que una delegación oficial de Nicaragua participará en la Cumbre UE-Celac. Sin embargo, pidió respeto a la soberanía de Nicaragua y repitió el discurso de no aceptar injerencias, lo que Nicaragua planteó en un comunicado conjunto con los países agrupados en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), dirigido a la Cumbre UE-Celac.

Con información de agencias AFP, EFE, La Prensa, El País y Prensa Naciones Unidas.

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