¿Dónde está monseñor Álvarez? La dictadura no responde

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) para América Central y el Caribe, mostró su preocupación por no saber dónde está recluido monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, la voz más crítica de la Iglesia Católica contra la dictadura de Nicaragua y quien fue condenado a 26 años de prisión por presuntos delitos de complot contra el régimen.

“A un mes de la condena de monseñor Álvarez (aparentemente sin juicio) y su reclusión -según el Presidente- en La Modelo, autoridades penitenciarias y judiciales incumplen la obligación de informar sobre su suerte y paradero, y de permitirle comunicarse con el exterior”, reza en un mensaje compartido por OACNUDH en su cuenta oficial de Twitter.

El secretismo y el silencio es una de las principales características de la dictadura de Daniel Ortega y su mujer y vicepresidenta Rosario Murillo, que mantienen una campaña contra la iglesia.

El obispo exiliado Silvio José Báez se sumo a las voces que piden información sobre Álvarez y exigió su liberación.

“Estoy muy preocupado por mi hermano obispo Mons. Rolando Álvarez. Temo que la dictadura se ensañe más contra él”, escribió en Twitter.

A pesar de las presiones internacionales, incluidas las de gobiernos de izquierda de América Latina y España, y del mismo papa Francisco, la suerte de Álvarez sigue echada.

El régimen ha institucionalizado la constante amenaza al establecer mecanismos de control que prohíben las procesiones de Semana Santa y las críticas de sacerdotes durante las homilías, entre otras.

Los ataques de la dictadura también son consistentes contra las universidades privadas, gremiales empresariales y ONG que cuentan con financiamiento de los Estados Unidos.

Desde que monseñor Álvarez fue condenado el 10 de febrero, un día después de negarse a ser expatriado como 222 presos políticos, muy poco se sabe del religioso.

Se dice extraoficialmente que la rebeldía de monseñor con la dictadura desató la furia de Ortega y al sacerdote lo trasladaron a la cárcel “La Modelo” donde, se supone que se encuentra recluido. Pero de ello no hay certeza pues el régimen no ha compartido información sobre su estado.

Los funcionarios del sistema penitenciario incluso han negado a la hermana del obispo encarcelado, Vilma, entrar a visitarlo.

La incógnita que angustia

Nicaragüenses exiliados en Costa Rica exigen la liberación de monseñor Rolando Álvarez.

Bianca Jagger, presidenta y directora ejecutiva de la Fundación de Derechos Humanos en su cuenta en Twitter, exigió la liberación el obispo y pidió “prueba de vida” del religioso sentenciado a 26 años de

cárcel.

“Prueba de Vida del obispo Rolando Álvarez. Hace un mes fue sentenciado a 26 años de cárcel por el régimen dictatorial Ortega y Murillo después que se negara a irse de Nicaragua. Nadie sabe dónde se encuentra, a su familia no le han permitido verlo. Exijo su liberación”, escribió la activista

El aislamiento de alguien condenado por “traición a la patria” puede ser interpretado como una de las estrategias para hacer sucumbir no solo al religioso, sino también a la Iglesia.

En este sentido, el exreo político y hoy apátrida Lesther Alemán, confirmó que los oficiales del sistema penitenciario le comunicaron a la hermana del obispo que no se hallaba en esa penitenciaría.

“Doña Vilma llegó al portón principal de ‘La Modelo’ para dejarle agua y no se la aceptaron y negaron que esté allí”, apuntó vía Twitter Alemán, quien era líder estudiantil opositor al régimen de Ortega y que fue desterrado junto a otros 221 opositores políticos. 

El joven insistió en la necesidad de “que entren organismos internacionales como Cruz Roja Internacional y se cerciore de su salud (de Monseñor Álvarez), de su estado físico, mental y emocional en los que se encuentra”.

Añadió que el pueblo de Nicaragua, especialmente los católicos, “su familia, la Iglesia misma como institución y el pueblo, necesitamos saber dónde está monseñor Álvarez”, apuntó.

Ortega y su cuestionamiento al rol de la ONU

Luego del llamado del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en referencia a que el Estado de Nicaragua libere a 37 personas, entre ellas al obispo Álvarez, el dictador desestimó y relegó el rol de la ONU.

Ironicamente Ortega en su visita reciente a Venezuela, donde asistió a la conmemoración de los 10 años de la muerte de Hugo Chávez, aseveró que “Naciones Unidas sirve para apoyar bloqueos, injuriar, calumniar, condenar (…) para estimular, respaldar, apoyar agresiones, invasiones, terrorismo contra los pueblos”.

Y acusó a la ONU de “condenar a los pueblos heroicos que defienden su dignidad como el pueblo venezolano, como el pueblo cubano, como el pueblo nicaragüense, como los pueblos del mundo que no están dispuestos a someterse al imperio yanqui”.

Exit mobile version