El 15% de los centroamericanos está viviendo fuera de la región

En un foro de Centroamérica Cuenta, especialistas en migración expresaron su preocupación sobre la gravedad del fenómeno regional

Seis millones y medio de centroamericanos -es decir el 15% de la población- han abandonado la región debido a la situación socioeconómica y la recesión mundial, aseguró el martes Manuel Orozco, director del programa de migración, remesas y desarrollos del Diálogo Interamericano, en el marco del Festival Centroamérica Cuenta España, que se realiza del 18 al 23 de septiembre en Madrid, España.

“Con la recesión global a nivel mundial, se produce un movimiento migratorio bastante grande y predominantemente, estamos hablando de 6 millones  y medio de centroamericanos que han salido de la región, para el 2023 de una población de los cuatro países de Centroamérica de una población de 43 millones de personas. Es decir que, estamos hablando del 15% de la población que está viviendo fuera de la región”, afirmó Orozco.

Orozco participó en  un foro sobre la migración centroamericana en el que se analizaron las realidades estructurales que viven los países de la región alrededor de la migración irregular, al igual que sus complicaciones, dilemas y consecuencias, lo cual fue abordado a través de un diálogo titulado “La migración Centroamericana: tendencias y opciones frente al contexto regional”, que además profundiza en las causas, efectos y contribuciones de los migrantes en la región.

En tal sentido, Orozco estima que el asunto en cuestión ha cambiado el tamaño, así como la composición y su naturaleza y que esta ha mutado sustancialmente a partir del período del 2009.

Orozco lamentó que el “5% de los migrantes son menores de edad no acompañados, de los cuales más de la mitad son chicos que salen de Guatemala”.

“Al punto que el número de menores que emigra de Guatemala, es mayor que el incremento anual de la matriculación en educación secundaria. Y de hecho está decayendo esa matrícula en Guatemala”, aseguró. 

Añadió que al menos el 30% de la población que migra ahora lo hacen en familia, es decir que la modalidad ha variado, porque antes se iba una sola persona, hoy debido a los problemas estructurales que hay en los gobiernos, donde prevalece la impunidad, la corrupción y el totalitarismo, están a la orden del día en los países de la región, particularmente en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.

“Otro aspecto importante es que del 2018 para acá se suma un país, además de los del Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras), Nicaragua, en donde prácticamente del 2018 al 2023 estamos hablando de 750 mil nicaragüenses que han salido, el 11% de la población del país que ha salido”, aseveró.

Primero el factor económico

Para Orozco, el común denominador de la migración en Centroamérica continúa siendo en primer grado, el factor económico, pero que la lógica ha demostrado que los que salen hacia otros destinos, son personas que no ganan un salario que sobre pase los $600, porque eso varía entre $400 y $600, lo cual no es ajusta para poder sobre llevar una vida digna. 

Recordó que los centroamericanos “fundamentalmente viven en la economía informal, es casi obvio porque el 70% de la fuerza laboral en Centroamérica es informal”.

“Pero también hay factores subyacentes: Nicaragua el factor subyacente, es la política del miedo. Honduras, es una cuestión aspiracional. Guatemala lo mismo. Vos podés saber que en 5 años tu vida va ser igual a como es hoy, pero sabés que tu perspectiva hacia el futuro va estar mejor fuera del país, a pesar que te arriesgas cruzando la frontera y que vas a estar ilegal, pero vas a estar mejor allá que en 5 años en Guatemala o Honduras, en El Salvador o en Nicaragua”, afirmó.

El problema de El Salvador

Orozco, ha criticado el sistema político que ha venido funcionando y consolidándose en El Salvador, el cual se tornó bastante trillado más allá de que se les vea como referente, pero de fondo hay un problema estructural que se podría traducir en ingobernabilidad, porque el problema social del país no es solo el tema de las pandillas. Hay muchas otras cosas más por las cuales ver.

“La migración salvadoreña con toda la popularidad que tiene Bukele, tiene un detalle muy escondido. El detalle es este, hay una correlación estadística muy fuerte entre la intención a migrar y el temor de la concentración del monopolio del poder de Bukele. La popularidad es una cosa, es la nueva metodología de administrar la política en América Latina, pero no es gobernabilidad”, compartió.

El factor económico (remesas) y el beneficio de los gobiernos

Observar lo que pasa en Centroamérica es una ruta que no tiene un horizonte claro y más bien refleja vacíos estructurales que requieren de atención. 

“Cuando vemos realmente lo que está ocurriendo en Centroamérica es una situación de exclusión y expulsión, en donde la exclusión es la que está creando las condiciones para que la gente se vaya. Una expulsión de facto que se está produciendo en varios países. De nuevo, en Nicaragua es el caso más obvio, hay miedo y desafortunadamente”, agregó.

Además, compartió que “este año van a ser 43,000 millones de dólares en remesas, que representan fundamentalmente el 23% del PIB de los cuatro países en conjunto (Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua); 33% de Nicaragua”.

Una mirada desde el periodismo

“En Centroamérica estamos perdiendo la democracia. Hay gobiernos autoritarios, el más fuerte es el caso de Nicaragua, el más dramático. Pero hemos visto cómo en Guatemala y El Salvador hay síntomas muy serios. Y esto va producir que más gente quiera irse”, dijo Cindy Regidor, periodista nicaragüense exiliada en Costa Rica, que formó parte del diálogo y quien se ha vuelto experta en el asunto de coberturas migratorias en la región centroamericana, pero también, compartiendo experiencias de migrantes en diferentes partes del mundo, principalmente de los nicaragüenses que se han ido huyendo de los tentáculos de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

https://twitter.com/DominioPblico3/status/1704560863787548929

Regidor compartió que “el 10% de la población tica es migrante y de esa, el 80% son nicaragüenses. Son nicaragüenses que han salido del país a causa de conflictos políticos, desastres naturales, producto de la pobreza, y en gran medida por crisis políticas como la actual que ya lleva 5 años (de Ortega y Murillo)”.

La comunicadora crítica las acciones que han tomado algunas naciones en contra de la migración, en contra de personas que huyen de sus países porque son perseguidas políticas o porque huyen de las graves situaciones que viven en sus contextos sociales como los desastres naturales, entre otros.

“Me ha tocado ver las tensiones de ese flujo migratorio de gran dimensión. Hoy día estamos viendo cómo en los gobiernos de los países receptores de migrantes, particularmente el caso de Costa Rica, con el presidente de Rodrigo Chaves y Estados Unidos, el gobierno de Joe Biden, que tiene una retórica sobre cómo respetamos los derechos humanos, cómo cumplimos con cualquier tipo de mecanismo de lo que dicen todas las legislaciones para proteger a los migrantes, para proteger a las personas que salen buscando asilo, pero eso solamente se queda en retórica”, remarcó.

Asimismo, lamentó que prácticamente se han cerrado las fronteras para nacionalidades específicas en Estados Unidos, en la que sobresale Nicaragua, por el alto flujo e incremento de migrantes en los últimos 5 años, quienes han salido del país huyendo de la dictadura o buscando otras oportunidades laborales.

“En el caso de Costa Rica, hemos visto cómo el discurso del presidente Chaves, es bastante hostil donde ya habla de los migrantes como una carga. Donde dice que aquí los refugiados, no son refugiados, son migrantes que vienen por un tema económico, y entonces, nosotros no vamos a dejar que se aprovechen de nuestro sistema de refugio”, cuestionó.

El dilema de la cooperación para el desarrollo

Laura Oroz Ulibarri, directora de Cooperación con América Latina y el Caribe de la Agencia de Cooperación de España (AECID), compartió que ahora mismo Latinoamérica vive una etapa convulsa que se traduce a través de la migración. 

Es el mejor exponente de lo que sucede en la región, la crisis migratoria y lo que ello conlleva en materia de derechos humanos. Motivo por el cual, desde la AECID, apoya a los organismos para que coadyuven a mitigar el asunto migratorio.

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Lamenta que la crisis de movilidad humana, la cual es “sin precedentes (la que es) causada principalmente por la crisis venezolana y después por las crisis en Haití, Cuba y Nicaragua”, dijo.

“En la edad moderna, el éxodo más grande que se ha producido de salida de un país en la región de América Latina, más de 7 millones de personas de las cuales, según los datos del 2023, 140 mil han cruzado el paso del Darién para migrar previsiblemente hacia Estados Unidos a través de centroamérica”, recordó.

Como consecuencia, la funcionaria española, afirmó que la cooperación española, el punto de partida, del momento que que vive la región del subcontinente americano,

“La situación de inicio, del momento que está viviendo ahora la región en temas migratorios, es una situación humanitaria, es una crisis humanitaria, por eso estamos cooperando con el MIPS (Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones). Por eso estamos atendiendo, apoyando a organizaciones como ACNUR en las solicitudes de asilo y refugios”, compartió.

Asimismo Oroz Ulibarri, detalló que “en el año 2023, ha habido 128 mil solicitudes de asilo y refugio que en el año anterior (2022). Y en Costa Rica, por ejemplo, hay 250 mil solicitudes de asilo y refugio según los datos que tenemos de ACNUR. Esa ayuda humanitaria se traduce lógicamente en una asistencia de primera sanidad y aquí hablamos de agua y saneamiento, higiene, apoyo psicológico, comunicación con las familias”.

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