A Dante Mossi, el hondureño que aún preside el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), se le recordará por el vergonzoso mote del “banquero de la dictadura”, por el decidido apoyo financiero que gestionó para Daniel Ortega de Nicaragua, el hombre al frente de un régimen que no se cansa de violar los derechos humanos, y por sus frases tan inapropiadas en diferentes coyunturas de su mandato.
Su gestión inició en diciembre de 2018, pero comenzó a verse empañada con la cercanía a Ortega y el apoyo a Juan Orlando Hernández, el expresidente de Honduras y ahora preso en Estados Unidos por narcotráfico.
En estos 5 años, el BCIE dirigido por Mossi fue el salvavidas económico para Nicaragua aislada internacionalmente por sanciones a la dictadura. Así, Ortega recibió $3,513 millones, lo que representa el presupuesto anual del Estado.
En marzo de este año, en debate con Ryan Berg y Manuel Orozco en Washington, un par de meses antes de que los gobernadores del banco le dieran la espalda y le negaran la oportunidad de reelección, Mossi trató de justificar los apoyos al régimen sandinista.
“Trabajamos para Nicaragua, no para el presidente”, dijo.
Ante la pregunta de si Nicaragua tiene una dictadura, respondió “eso no importa. Nicaragua es un país que ha sido sujeto de una elección, que ha sido disputada (…) En mi opinión en los documentos que yo tengo hay un gobierno legítimo”.
En julio, ya fuera de la posibilidad de reelección, explicó al periodista Marcos Medina de canal 12 de Nicaragua: “Este es un banco, una institución apolítica, nos acomodamos a los aspectos técnicos y financieros, no vemos derechos humanos, BCIE no es la instancia adecuada para atenderlos”.
El presidente ejecutivo del BCIE respondió a las protestas que realizaron ciudadanos nicaragüenses, que señalan a la entidad por financiar al gobierno de Daniel Ortega. Dante Mossi asegura que financian proyectos para la gente y no para el gobierno. https://t.co/OyCCCfm1hl pic.twitter.com/gKMqLLB7bh
— Voz de América (@VozdeAmerica) September 7, 2021
Y fue más allá: “hay un régimen de sanciones, que aunque es injusto porque se le acusa y se juzga a una persona sin el debido proceso, pero son reglas del juego internacional, entonces lo que hace el BCIE es que busca mecanismos de protección, de cómo podemos seguir promoviendo este financiamiento sin violentar cuestiones internacionales”.
Novela, pataleta y acusaciones
Mossi se va en un mes y soltó una mezcla de drama novelesco y pataleta, y recibió nuevas acusaciones en su contra.
La novela es el reclamo de Mossi, un economista que en sus tiempos de estudiante universitario fue considerado como una lumbrera, quien dijo que hubo un complot en su contra.
Acusa a Costa Rica y Guatemala de tramar para sacarlo del camino del importante ente financiero regional.
El drama se resume en una serie de frases que dijo en una entrevista televisiva en su país: “Yo escuché, no es que me contaron, al gobernador de Guatemala decirle al gobernador de Belice ‘mañana cortamos la cabeza del presidente. ¿Nos apoyas?’ Estaban hablando de mí”.
La pataleta, el comunicado que difundió en el que pidió a los gobernadores del BCIE conformar un comité que investigue las más recientes decisiones tomadas en la institución y de las cuales, dijo, fue dejado de lado, por lo que las considera sospechosas.
Para rematar, Costa Rica lo acusa de bloquear un crédito de $50 millones en represalia por no apoyarlo para su reelección en el cargo.