El Niño traerá olas de calor y reducción de lluvias a Centroamérica en 2024

Hay 46 % de probabilidad de un El Niño de fuerte intensidad para el primer trimestre de 2024. Los escenarios climáticos anticipan una probabilidad de un 27 % para que alcance niveles extremos.

El fenómeno El Niño, que causó millonarias pérdidas en la agricultura en 2023, tiene una probabilidad de un 46 % de sentirse con fuerte intensidad en el primer trimestre de 2024, concluyó el Foro de Aplicaciones Climáticas.

Los pronósticos climáticos fueron presentados en diciembre pasado a los ministros de Agricultura de Centroamérica a fin de que estén preparados para el impacto en la producción con una eventual reducción de lluvias y períodos de sequía.

El Índice Oceánico del ENOS anticipa que El Niño alcanzará su máxima intensidad entre diciembre de 2023 y enero de 2024, cuando aumente el calentamiento en el océano Atlántico, por lo que se esperan olas de calor.

Después de un largo episodio de La Niña de tres años, en 2023 se desarrolló El Niño, un fenómeno asociado con altas temperaturas que provoca períodos intensos de sequías. Las últimas crisis más severas se registraron en 2016 y en 2018, cuando pasaron más de 40 días sin llover en algunos territorios de El Salvador.

Los escenarios elaborados por el Comité Regional de Recursos Hidráulicos del Sistema de la Integración Centroamericana (CRRHSICA) prevén que en la mayoría de los países se experimenten condiciones de lluvias normales.

 Prevén reducción de lluvias

Sin embargo, se prevé lluvias por debajo del rango habitual para la parte sur, norte y occidental de Belice; así como en las islas de Roatán y Utila, Olancho, Colón y el sur de Gracias a Dios, en Honduras.

También habrá una disminución de lluvias en toda la zona occidental y central de El Salvador, principalmente en los departamentos de Usulután y San Miguel, así como el sur de Morazán y La Unión.

En Guatemala, se espera una reducción de precipitaciones en el occidente, en el Altiplano Central, Valles de Oriente, Bocacosta y el Pacífico. Condiciones similares se anticipan para las regiones del Caribe norte y sur de Costa Rica, al igual que la zona montañosa de Bocas del Toro en Panamá.

El Consejo Agropecuario Centroamericano emitió una paquete de recomendaciones para amortiguar el posible impacto en las cadenas productivas, que incluye un ajuste en las fechas de siembra, adecuar sistemas de riego y realizar un monitoreo frecuente de plagas y enfermedades.

De igual manera, se recomienda utilizar semillas con variedades resistentes a la sequía y tolerantes a temperaturas extremas. 

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