El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, visita este martes el Centro de Detención de Máxima Seguridad para Hombres Renovación I, conocido anteriormente como El Infiernito, ubicado en Palín, Escuintla.
Esta visita forma parte de los esfuerzos del gobierno para transformar lo que una vez fue un centro penitenciario marcado por la corrupción y el descontrol, en un lugar de máxima seguridad para reclusos de alta peligrosidad.
El anuncio de la visita fue realizado por Santiago Palomo, Secretario de Comunicación Social de la Presidencia, durante la conferencia de prensa semanal del gobierno. Palomo destacó que, con este acto, el presidente Arévalo cumple una de sus promesas de campaña: garantizar el aislamiento y control de los reclusos más peligrosos del país.
Una cárcel que fue “universidad del crimen”
El antiguo penal El Infiernito, conocido por su deficiente gestión y las graves violaciones de seguridad, fue durante años un referente de la ineficacia del sistema penitenciario.
“Era una cárcel que, lejos de ser un centro de reclusión de máxima seguridad, se había convertido en una verdadera universidad del crimen”, afirmó Palomo.
Sin embargo, explicó que tras la intervención el centro ha comenzado a transformarse en un espacio controlado que pretende poner fin a las estructuras criminales que operaban desde dentro.
Una de las principales mejoras implementadas es la instalación de un avanzado sistema de rayos X en la entrada, destinado a la revisión tanto de personas como de objetos.
Esta medida busca evitar el ingreso de materiales prohibidos, fortaleciendo el control dentro del penal. Además, se ha reforzado la seguridad con la incorporación de nuevo personal de la guardia penitenciaria, utilizando métodos que minimizan los riesgos de corrupción al dificultar que los internos reconozcan a los oficiales. Asimismo, el sistema de cámaras de vigilancia ha sido completamente modernizado, proporcionando cobertura continua las 24 horas del día y permitiendo una respuesta inmediata ante cualquier incidente.
En cuanto a las mejoras en la infraestructura, se ha creado un espacio específico para que los reclusos participen en audiencias judiciales en línea, lo que elimina la necesidad de traslados peligrosos y mejora la eficiencia del sistema judicial. Además, se han realizado cambios en la distribución interna, separando el área administrativa de las carceletas, lo que permite una mejor organización y mayor control de acceso dentro del centro.
Estas reformas están orientadas a garantizar una operación más segura, eficiente y organizada en el penal.