El Salvador incautó una cantidad considerable de fentanilo en su frontera con Honduras y la Comisión Nacional Antidrogas (CNA) emitió una alerta ante la presencia de la droga.
La sustancia, de acuerdo al reporte, iba en ampollas “que rotulan en su viñeta de identificación fentanilo”.
“Con base en los resultados reportados por el Laboratorio de Sustancias Controladas de la División de Análisis Técnico y Científico Forense, PNC, se identificó en el líquido transparente contenido en las ampollas decomisadas, la sustancia 2-Metil Fentanilo, utilizando la técnica cromatografía de Gases con detector de Espectrometría de Masas, sustancia que está clasificada como derivado del fentanilo”, reza el comunicado.
El fentanilo es un opioide sintético utilizado como analgésico o anestésico mucho más potente que la morfina.
El comunicado advierte que han identificado adulteraciones con fentanilo de productos farmacéuticos, los cuales han sido vendidos en el mercado ilícito como oxicodona, hidrocodona o alprazolam.
“El fentanilo ilícito está disponible en muchas formas: píldoras, polvos, pastillas, soluciones inyectables, parches y papel secante, las que pueden imitar el aspecto del fentanilo de venta con recetas u otros medicamentos de venta con receta”, asegura El Salvador.
En dicha nación centroamericana, solamente se pueden adquirir este tipo de fármacos a través de una receta médica controlada.
La droga, según el reporte, genera euforia, relajación y estado de alerta, pero también provoca depresión respiratoria, sedación, náuseas, vómitos, mareos, fatiga, dolor de cabeza, somnolencia, estreñimiento, sudoración, anemia, edema periférico y rigidez muscular”.
El uso de esta medicación sin fines médicos, ha generado miles de muertes alrededor del mundo, advierte la institución.